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SEÚL, marzo 21.— La expresidenta destituida de Corea del Sur, Park Geun-hye, fue interrogada por los magistrados este martes, durante más de 14 horas, sobre el escándalo de corrupción y tráfico de influencias que precipitó su caída, informó la agencia Yonhap.
Durante meses, Park se sirvió de su inmunidad para evitar responder a las preguntas de los investigadores, pero ahora, a su llegada a la Fiscalía de Seúl, presentó sus disculpas al público y dijo que colaborará «con sinceridad».
AFP informó que, durante su larga comparecencia, Park negó todas las acusaciones.
La primera mujer que llegó a ser jefa del Estado de Corea del Sur fue destituida por la Asamblea Nacional el 9 de diciembre pasado, cuando millones de personas exigían en las calles su salida.
El escándalo sacó a la luz los lazos entre las clases política y empresarial en la cuarta economía de Asia. Su destitución fue confirmada el 10 de marzo por la más alta instancia judicial del país.
Park podría ser inculpada por varios cargos, como abuso de poder, corrupción o coacción. Es el cuarto jefe del Estado que en ese país enfrenta un proceso o es investigado por escándalos de corrupción.
Una figura clave en el proceso es su amiga Choi Soon-sil, conocida como la «Rasputina», por su influencia sobre el Gobierno. Choi es acusada de utilizar su relación con la entonces presidenta para obligar a grandes empresas sudcoreanas, incluyendo el coloso Samsung, a pagar millones de dólares a fundaciones privadas creadas por ella, supuestamente a cambio de favores.
Según el Tribunal Constitucional, Park también incumplió la ley al permitir la injerencia de su amiga, que no tenía ningún cargo oficial, en los asuntos del Estado.
