WASHINGTON, junio 23.— Estados Unidos confía en poder liderar junto a China la economía mundial y ampliar las áreas de cooperación reduciendo las tensiones entre ambos países, que este martes iniciaron oficialmente el VII Diálogo Estratégico y Económico (DEE), reportó EFE.
Tanto los funcionarios estadounidenses como los chinos coincidieron en resaltar el interés mutuo en que la primera y la segunda economía mundial construyan una relación sólida que limite las posibilidades de enfrentamiento y fomenten el crecimiento.
«Nuestra relación es como un matrimonio. Requiere mucho trabajo duro», aseguró el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, quien abrió la primera de las dos jornadas oficiales del diálogo.
Biden aseguró que Estados Unidos «no teme el crecimiento chino», sino que quiere ver a China crecer. No obstante, el Vicepresidente matizó que la relación bilateral debe estar basada en un «crecimiento responsable», algo que, en su opinión, beneficiará el comercio y la estabilidad mundial.
Biden dijo que Estados Unidos da la bienvenida a la «competencia sana y justa» de China y cree que cuando sea posible, China debe ser incluida en la mesa en la que se redacten las reglas, reseñó Xinhua.
Por su parte, la viceprimera ministra china Liu Yandong declaró que dada la complejidad de los asuntos globales de la actualidad, el dominio en el que ambos países deben y pueden cooperar es vasto. Mientras China y Estados Unidos respeten y tomen en consideración los intereses fundamentales del otro, se adhieran a medios constructivos y eviten malos entendidos y errores de apreciación estratégicos, las diferencias entre las dos partes serán manejables y sus intereses comunes se mantendrán, afirmó.
El segundo funcionario chino de más alto rango asistente a estas jornadas, el consejero de Estado, Yang Jiechi, afirmó que «las áreas de cooperación sobrepasan claramente las áreas de competencia».
La jornada se centró en hablar de cooperación en la lucha contra el cambio climático de cara a la Conferencia del Cambio Climático que se celebrará en París a finales de noviembre, en la que China y EE.UU., los dos mayores emisores mundiales de CO2, serán países claves para encabezar un acuerdo.
«Solo el tema de control de emisiones por sí solo valida ya nuestro diálogo, porque, si no lideramos en estos problemas, no va a haber acuerdos sustanciales», subrayó el secretario de Estado, John Kerry.
Como paso intermedio, EE.UU. y China cerraron un acuerdo de asociación entre instituciones y empresas para que compartan buenas prácticas y conocimientos sobre políticas medioambientales e innovación.