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Sin acuerdos concretos culminó este viernes otro ciclo de conversaciones de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), aunque se anunció la definición de la hoja de ruta para el plan de desminado acordado por las partes el pasado mes de marzo.
Al respecto, el jefe del equipo gubernamental, Humberto de la Calle, afirmó que el inicio efectivo de las operaciones será en los próximos días en las regiones de Antioquia y Meta y se llevará a cabo por el Batallón de Desminado del Ejército nacional, miembros de la guerrilla, y una ONG noruega.
Esta —apuntó De la Calle— «es la primera medida conjunta para desescalar el conflicto y, sin lugar a duda, se trata de un paso para acabar con la tragedia de las minas que fueron cruelmente sembradas en nuestros campos».
La eliminación de explosivos está siendo un tema candente en Colombia por estos días.
Según estimados gubernamentales, más de la mitad de los municipios de Colombia tiene campos con minas y se contabilizan más de 11 000 muertos y heridos por la acción de estos artefactos. De la Calle reiteró que la total eliminación de esas armas responde a una «necesidad humana urgente».
También, al cierre del ciclo 36 la Subcomisión Técnica para el Fin del Conflicto avanzó en la metodología de trabajo y en el análisis de conceptos para el estudio del cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, después de haber oído a expertos internacionales en los tres ciclos anteriores, según divulgaron en un comunicado conjunto.
FARC-EP y Gobierno llevan meses debatiendo sobre el punto del resarcimiento a las víctimas sin que se vislumbren acuerdos. Al respecto, en su declaración, el jefe guerrillero Iván Márquez afirmó que la insurgencia ha puesto sobre la mesa todas sus propuestas, por lo que «la mora en la resolución de estos asuntos» no se les puede imputar.
En su comunicado, las partes anunciaron que el próximo ciclo de negociaciones de paz se iniciará el 21 de mayo.
