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Una familia llora la muerte de su hijo de 15 años en un ataque terrorista a una escuela de hijos de militares, en Peshawar. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 06:00 pm
ISLAMABAD, diciembre 16.— Numerosas declaraciones de condena internacional se escucharon este martes alrededor del mundo, luego de que se conociera la triste noticia de un sangriento asalto a una escuela de Paquistán que dejó al menos 148 muertos y 131 heridos, la mayoría niños.
Este ataque, considerado uno de los peores cometidos en el país asiático, se prolongó durante horas y fue perpetrado por un grupo armado que, vestido con uniformes del ejército, entró antes del mediodía en el colegio para estudiantes de primaria y secundaria, bajo control militar en Peshawar, comenzando una jornada de terror.
Los siete atacantes, miembros del Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP) ametrallaron indiscriminadamente a los alumnos, en su inmensa mayoría hijos de miembros del ejército, dijo PL.
En medio del caos varios niños lograron salir a la calle, y unos 500 quedaron atrapados en la instalación a merced de los terroristas, hasta la llegada del ejército que abatió a seis de los terroristas, mientras el último se inmoló en el patio de la academia.
Según el último reporte del ejército, el ataque también causó heridas a cerca de un centenar de niños, por lo que la cifra de muertos aún pudiera aumentar.
En un comunicado a medios de prensa, el TTP se atribuyó el asalto y lo señaló como una venganza contra las operaciones del ejército en las regiones tribales de Khyber Pakhtunkhwa y Waziristán del Norte fronterizas con Afganistán, históricos bastiones rebeldes.
El ataque ha sido repudiado por todos los partidos políticos y organizaciones sociales paquistaníes. Mensajes de condena y de solidaridad con los familiares de las víctimas también han llegado desde diversas naciones.
Altos funcionarios y órganos de Naciones Unidas, entre ellos su secretario general, Ban Ki-moon, expresaron su enérgica condena a la masacre, y el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, calificó la acción de despreciable e incomprensible.
