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KIEV, junio 6.— Los militares de Ucrania reanudaron el cañoneo de la ciudad de Slaviansk y el Gobierno de Kiev anunció que cerraría parcialmente la frontera con la Federación de Rusia en las regiones de Donetsk y Lugansk, mientras los líderes del G-7 le dieron respaldo al presidente recién electo de Ucrania, Petro Poroshenko, —después de haber concluido su cumbre en Bruselas, dijo Itar-Tass.
La agencia Novorossia citando a los integrantes de la milicia popular de Slaviansk dijo que estos abatieron un helicóptero de la Fuerza Aérea de Ucrania, aunque el alcalde popular de esa ciudad, Viacheslav Ponomariov, aseguró al corresponsal de Itar-Tass, que durante los combates fueron abatidos como mínimo dos helicópteros.
Al mismo tiempo se agudiza la situación en la frontera con la Federación de Rusia, pues las fuerzas de la milicia popular de la proclamada República Popular de Donetsk (RPD) intentaron atacar el puesto ucraniano de control fronterizo Marinovka, situado a unos 3 kilómetros de la línea fronteriza, una información de Itar-Tass confirmada vía teléfono por el servicio de prensa de la RPD.
Mientras tanto, el Gobierno de Kiev decidió cesar el movimiento en algunos puestos fronterizos con la Federación de Rusia «tomando en cuenta la seguridad pública».
ANSA, por su parte, comentó que el G-7 —el grupo de los países más desarrollados— levantó su voz contra el presidente Vladimir Putin por la crisis de Ucrania y amenaza a Rusia con nuevas sanciones, pero al mismo tiempo espera reanudar el diálogo con Moscú y evitar así una guerra económica que también tendría secuelas para los países europeos.
La amenaza de sanciones fue lanzada por el presidente Barack Obama desde Bruselas e implicará una guerra económica que los aliados europeos deberán compartir, aunque no será gratuita para los países de la UE que dependen del suministro energético de Rusia, agregó la agencia noticiosa.
La estrategia de Obama y sus aliados europeos para «frenar» a Putin será sometida a prueba este viernes en las playas de Normandía, donde se encontrarán para conmemorar el 70 aniversario del desembarco aliado durante la Segunda Guerra Mundial, y en ese lugar el Presidente ruso compartirá los actos protocolares con el nuevo presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, quien ya se encontró con Obama esta semana en Polonia, donde analizaron la crisis política de su país.
También informa ANSA que en Moscú, el primer ministro Dmitri Medvedev acusó al G-7 de «cinismo sin límites» al avalar las operaciones militares de Kiev en el oriente de Ucrania, y los responsabilizó de «la situación humanitaria sin precedentes» que atraviesan los habitantes rusoparlantes del este ucraniano, donde estalló la rebelión contra Kiev.
