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MOSCÚ, febrero 14.— Una fuerte condena y claras formulaciones en torno al terrorismo y sus secuelas en el conflicto sirio exigió este viernes Rusia en relación con un proyecto del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación humanitaria en ese país árabe, reporta PL.
En declaraciones que reproduce este viernes el canal federal Rossia 24, el representante permanente ante Naciones Unidas, Vitali Churkin, ratificó la posición de Moscú de que el organismo mundial sea capaz de adoptar una resolución de consenso y ponderada, con una visión clara de los problemas relacionados con la necesaria lucha contra el terrorismo.
Precisamente la posición del Gobierno de Siria en las negociaciones en Ginebra parte de la necesidad de un enfrentamiento común al terrorismo como premisa medular de cara a un proceso de paz en la nación levantina.
Siria sufre un conflicto armado desde hace casi tres años, con la presencia de unos 100 mil mercenarios de más de 80 naciones, de Europa inclusive, y de combatientes de organizaciones radicales islamistas.
Damasco exige el cese del apoyo militar y financiero de algunas potencias occidentales y Estados del Golfo a los grupos terroristas que causan el caos y provocado una dramática situación humanitaria en el país.
Esperamos que la resolución «humanitaria» sobre Siria sea la principal prioridad del momento y que incluyamos fuertes formulaciones en torno al terrorismo, enfatizó Churkin.
El diplomático ruso recordó además que Rusia presentó su propia variante de texto y su visión de la problemática terrorista en ese país árabe.
Aclaró el diplomático que el hecho de prestar atención prioritaria a la citada resolución no significa que Moscú retire de la discusión en el Consejo de Seguridad su proyecto, en condición de miembro permanente y con derecho al veto, junto a Estados Unidos, China, Francia y Reino Unido.
Desde Ginebra, donde participa en las consultas tripartitas sobre el proceso de paz en Siria, el vicecanciller ruso Guennadi Gatílov alertó del carácter contraproducente de ese proyecto de resolución apoyado por Estados Unidos, y que tiene como base un posible uso de la fuerza contra esa nación, subrayó.
La Cancillería de Rusia rechazó nuevamente la propuesta de crear corredores humanitarios como pretexto de auxilio a la población civil, cuando en realidad tal postura unilateral sería una excusa para un ataque militar contra Siria.
El portavoz del ministerio de Exteriores Alexander Lukashevich criticó igualmente que se trate de culpar únicamente al Gobierno de Damasco por la catastrófica situación humanitaria, y no a los armados opositores, responsables de un sinnúmero de violaciones del derecho internacional humanitario.
Consideró que la amenaza de posibles sanciones contra las autoridades sirias socavan los esfuerzos conjuntos (incluidos los de la ONU) de llevar con éxito la ayuda a las poblaciones necesitadas.
