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ASUNCIÓN, mayo 28.— Una polémica al más alto nivel sobre la situación de las arcas estatales y los abultados gastos que sigue realizando el Ejecutivo complica este martes el proceso de transición del gobierno en Paraguay, reporta PL.
La publicación de un documento con reclamos concretos hechos por el presidente electo, Horacio Cartes, al gobernante saliente, Federico Franco, calentó mas el panorama desde que el primero denunciara la grave situación presupuestaria y fiscal.
Mediante un memorando, Cartes demandó a Franco replantear todas las acciones que pretenda llevar adelante hasta el próximo 15 de agosto, fecha en la cual entregará el poder, y conformar un equipo técnico para evaluar si deben ejecutarse.
Además de protestar por la negativa o demora de los organismos centrales a entregar datos sobre su estado real, rechazó que el gobierno actual tiene previsto para este año materializar 3 895 llamados a licitación de distintas obras y proyectos.
Ya se realizaron 1 604 y se trata de avanzar apresuradamente en el resto comprometiendo incluso el presupuesto con contratos plurianuales y en obras sin peso alguno en infraestructura, salud, educación o vivienda, señaló el memorando.
La demanda concreta del equipo entrante es recibir informes por escrito sobre esas licitaciones para su reevaluación por una mesa técnica, la cual tendría potestad de decidir la continuación o cancelación de dichas actividades, algo evadido por Franco.
Mientras ello no se haga, Cartes pidió la suspensión temporal de todos los procesos de contratación y al ministerio de Hacienda situar los fondos para honrar los pagos de los ya culminados.
Esto ultimo viene al encuentro de la crisis provocada por millonarias deudas a los contratistas, que hacen indicar que si no se realizan cambios, quedarían a cargo del nuevo gobierno por falta de recursos del erario, comprometiendo su accionar.
La respuesta de Franco insiste en que son sus prerrogativas manejar esos temas hasta el mismo día de entrega de la presidencia de la República y ello alimentó la polémica pública y las alusiones a liberales utilizaciones de partidas presupuestarias.
