A seis meses de instalada en La Habana la mesa de diálogo entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), este miércoles se inició un nuevo ciclo de conversaciones a las cuales la guerrilla llega —anunciaron— «con mayor disposición de avance» y volvieron a hablar de aproximaciones en las opiniones en torno al tema rural.
En un comunicado leído por el insurgente Pablo Catatumbo, las FARC-EP mostró su confianza en que «esta vez sí surja un acuerdo que apunte a una reforma rural estructural».
Al final del ciclo anterior, que culminó el pasado 3 de mayo, la delegación gubernamental se quejó del «ritmo insuficiente» que llevan las pláticas e instó a su contraparte a otorgarle dinamismo a las deliberaciones.
También hace dos días, el presidente Juan Manuel Santos subrayó que espera se selle, en este nuevo período, el primer punto de la agenda; propuesta del Gobierno en este tema —afirmó— es muy progresista.
No obstante, en su alocución las FARC-EP se refirieron a que las discusiones sobre una «reforma agraria estructural y profunda» ya arrojan aproximaciones, las cuales serán explicadas pronto en un «comunicado conjunto que dé certezas a los colombianos sobre los alcances esperanzadores que hasta ahora arrojan los diálogos».
Mostraron además expectativa para comenzar a conversar sobre el segundo tópico, referido a la participación política del grupo insurgente luego de pactada la paz.
Emanados de los foros que sobre el tema se realizaron recientemente en Bogotá, la mesa ya cuenta con las «elaboraciones creativas» de los más de 1 200 colombianos y organizaciones sociales que participaron, y que servirán de insumos para tratar el tema.
Finalmente, las FARC volvieron a defender el fortalecimiento de las Zonas de Reserva Campesina, de las Unidades Agrícolas Familiares e insistieron en una Asamblea Nacional Constituyente que se convierta en un «sólido tratado de paz».
En torno a este último asunto, Santos descartó la celebración de una Constituyente y en cambio, afirmó, su Gobierno le presentará a la sociedad un paquete completo con los logros alcanzados en estos diálogos para su posterior refrendación.
Desde Bogotá el mandatario también consideró que divulgar acuerdos parciales sobre el diálogo de paz solo «conviene a los enemigos del proceso» y ratificó que la mesa se mantendrá con discreción para que los acuerdos no sean «manipulados e interpretados en forma equivocada para envenenar el proceso, como está sucediendo».
Se recuerda que luego de decidida la instalación de la mesa de conversaciones, las partes acordaron conservar en absoluto secreto los posibles avances y estos solo serían públicos en los casos de manera excepcional. «Tengo que reconocer que las FARC cumplieron», dijo el Presidente.