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Madrid, 10 marzo.— Bajo el lema Contra el paro, seis millones de razones -en alusión a los casi seis millones de desempleados que hay en España- decenas de miles de personas salieron este domingo a las calles para manifestar su rechazo a las políticas neoliberales de Mariano Rajoy.
Según reporta PL, las movilizaciones fueron convocadas por la llamada Cumbre Social, que reúne a más de 150 agrupaciones de la sociedad civil y a las dos centrales sindicales mayoritarias de España, Comisiones Obreras (CC.OO.) y la Unión General de Trabajadores (UGT).
El líder de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, recordó que las manifestaciones se enmarcan en la jornada de lucha que convocó la Confederación Europea de Sindicatos para los días 13 y 14 de marzo en todos los países de la Unión Europea (UE).
Antes de iniciar la marcha por el centro de Madrid, Toxo y su homólogo de la UGT, Cándido Méndez, señalaron que estas protestas constituyen una oportunidad para expresar el rechazo a los recortes sociales y laborales del PP y pedir la reactivación del empleo y la democracia.
Los secretarios generales de las asociaciones sindicales denunciaron en una rueda de prensa, que los planes de austeridad emprendidos por la derecha gobernante en casi toda la UE demuestran su ineficacia y suponen el suicidio en términos sociales y de empleo.
Méndez advirtió que la estrategia del PP está provocando un alejamiento de los ciudadanos de las instituciones y que el 27 por ciento de la población esté cercana al umbral de la pobreza.
Por su parte, el secretario general de la Unión Sindical Obrera, Julio Salazar, subrayó la importancia de oponerse a lo que calificó de aciagas políticas del Ejecutivo español y dijo que la sociedad está cansada de ver cómo se hace pagar la crisis a los ciudadanos, al tiempo que se cubren los desmanes de especuladores y lo corruptos.
Mientras, el coordinador federal de la coalición Izquierda Unida, Cayo Lara, lamentó que las medidas de rigor del PP y de la UE estén llevando al país al abismo e indicó que la salida de la crisis pasa por una reforma fiscal, la lucha contra el fraude y la reorientación del Banco Central Europeo.
