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PARÍS, septiembre 6.— La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) consideró que la actual crisis de la Eurozona es un riesgo para el crecimiento de la economía mundial y alertó sobre la necesidad de evitar un contagio.
El economista jefe de esa agrupación, Pier Carlo Padoan, aseguró que el escenario de ese bloque se deteriora cada día, sin una solución concreta a la vista, por lo que estanca a la economía global, reportó PL.
Subrayó que se deben adoptar las medidas necesarias para hacer frente a las preocupaciones sobre un riesgo de desmoronamiento de la Eurozona, pues una profundización de su inestabilidad tendrá efectos significativos en la demanda mundial.
De acuerdo con la OCDE, la situación de la zona de la moneda única es preocupante, ya que la debilidad de Grecia y España se extiende a las principales economías: Alemania, Francia e Italia.
En tal sentido, advirtió que Alemania entrará en recesión en el segundo semestre de este año con un crecimiento del Producto Interno Bruto del 0,8 por ciento, por debajo del 1,2 que le había pronosticado.
Tales previsiones sobre la cuarta economía más poderosa del mundo, a pesar de haber afrontado hasta de forma robusta la prolongada crisis del euro, se incluyen en el reporte de la OCDE sobre las negativas perspectivas de las siete economías más desarrolladas, informó PL.
Padoan instó a realizar ajustes que impliquen a todos las naciones de la Zona euro, tanto los deudores como los acreedores, ya que los primeros deben restablecer su competitividad y sanear sus finanzas, y los segundos aceptar más inflación para los salarios y así sostener el consumo.
Además, convocó a impulsar la unión bancaria con garantías conjuntas de depósitos y la adopción de mecanismos comunes para solucionar la crisis.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) anunció este jueves nuevas medidas para intentar poner fin a la crisis de la deuda soberana en la Zona euro, entre ellas un programa de compra de deuda pública con un volumen ilimitado, y con vencimiento de corto y mediano plazo, entre uno y tres años, una decisión que, dijo AFP, era muy esperada por los mercados.
