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ATENAS, junio 14.— A tres días de las elecciones en Grecia, el duelo entre la derechista Nueva Democracia (ND) y la coalición de la izquierda radical Syriza se agudiza, mientras algunos gobiernos europeos amenazan con sacar al país de la Eurozona, si incumple el «compromiso» de sanear su economía dictado por los acreedores de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
AFP destaca que en la primera plana de la prensa griega figuraban este jueves las declaraciones del presidente francés, Francois Hollande, quien al decir de la agencia puso los puntos sobre las íes, dejando la puerta entreabierta para la renegociación del plan de rigor y lanzando una advertencia a los griegos sobre una salida de la Eurozona en caso de que no respeten sus compromisos.
Agrega la agencia noticiosa que para los comicios del domingo 17 de junio están codo a codo Antonis Samaras, jefe de la ND, de 61 años, y Alexis Tsipras, líder de Syriza, de 37 años, y ambos favorecen una renegociación que busque reducir las medidas de austeridad, impuestas desde 2010, año en que se desató la crisis de la deuda, que condujo a la agravación de la recesión.
Sin embargo, no ven esa política de ajustes de igual manera. Así, el jefe de Syriza cita como ejemplo a España para demostrar que en Europa no se ha logrado atajar la crisis.
Precisamente, este jueves, la agencia de calificación de riesgos Fitch, citada por EFE, considera que el nivel de deuda del Estado español llegará al 84 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en 2012, unos 45 000 millones más de lo previsto por el Gobierno, y en gran medida se deberá al préstamo de hasta 100 000 millones de dólares para la banca española.
En un mítin en Atenas, Tsipras invitó a los votantes a «dejar atrás a los partidos que impusieron el memorándum» y que «quieren robar a través del miedo el voto del pueblo»,(…) «Estos partidos son los que gobernaron todos estos años y son los únicos responsables de la bancarrota del país», afirmó el líder de Syriza, citado por EFE.
Por su parte, el hombre de Nueva Democracia, Antonis Samaras, apenas crítico con el plan de rigor, se presenta como garante «de la permanencia del país en la Eurozona» y de la «estabilidad», afirmando que el programa de la izquierda radical conduciría «a la catástrofe» y al dracma (la moneda nacional griega que se cambió por la unidad monetaria del viejo continente, el euro, ahora en crisis).
En el contexto de la recta final electoral, es notable la denuncia que hace Kostas Isyjos, responsable de política internacional del partido de la izquierda radical: «Hay una campaña para aterrorizar a las capas medias urbanas y que no voten por Syriza. Continuamente amenazan con que si ganamos nosotros saldremos del euro y no habrá medicinas en los hospitales, ni funcionarán las escuelas».
Otros elementos de la crisis conocidos este jueves son el desempleo del primer trimestre: 22,6 por ciento, y la retirada masiva de depósitos bancarios.
Sin embargo, la Bolsa de Atenas tuvo un repunte, al parecer esperanzada en que gane la derecha y garantice «un gobierno promemorándum», término para el rescate de 130 000 millones de euros concedido a Grecia por la UE y el FMI a cambio de severa austeridad.
Aunque el politólogo griego Dimitris Pantulis, de la Universidad británica de Bath, apuntaba a EFE: «Hay dos explicaciones: o bien los capitales están seguros de la victoria de Samaras, o bien quieren presentar con euforia algo que no es verdad para que la gente piense que con Samaras los mercados están contentos».
Con todo, advirtió que la Bolsa de Atenas —tras grandes descensos en el año— está a unos niveles tan bajos que «puede ser manipulada con poco dinero».
Y en ese campo de los forcejeos, advertía también Alexis Tsipras en su discurso en Atenas: «El pueblo, con su voto, aterrorizará a los terroristas políticos, a los terroristas de los telediarios. Nosotros somos la fuerza tranquila que sabe y quiere cambiar la ruta de vida de este pueblo».
