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A juzgar por la cara, a Insulza, el secretario general de la OEA, (a la izquierda en la foto) le hizo poca gracia las verdades dichas por los presidentes Evo Morales y Rafael Correa. Autor: ABI Publicado: 21/09/2017 | 05:21 pm
COCHABAMBA, Bolivia.— La 42 Asamblea General de la OEA escuchó este lunes reiteradas críticas a su funcionamiento, iniciadas la víspera en el discurso inaugural del presidente anfitrión, Evo Morales, quien argumentó que «para la OEA hay dos caminos: muere al servicio del imperio o renace para servir a los pueblos de América», apuntó AP.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fundamentó igual posición al denunciar que la Organización de Estados Americanos se alinea con los «mandatos de potencias» y le pidió volver los ojos a Latinoamérica, «lejos de Estados y capitales hegemónicos», reportó Notimex.
Al intervenir en la reunión de la ciudad de Tiquipaya ante los cancilleres de 34 naciones del hemisferio, el mandatario ecuatoriano dijo que el organismo hemisférico enfrenta el reto de «revolucionarse o desaparecer», al tiempo que sostuvo que en su historia, el sistema interamericano no ha velado por los intereses de América Latina y el Caribe, «en contraposición a su naturaleza y misión», sino que «aceptó los mandatos de potencias», en alusión a Estados Unidos y Europa.
«Lamentablemente vemos que el sistema interamericano no está al nivel de este cambio de época», abundó Correa.
El jefe de Estado ecuatoriano denunció además el bloqueo criminal «que sufre ya por medio siglo un país hermano como Cuba», y denunció el injusto encarcelamiento en Estados Unidos de los antiterroristas cubanos Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y la retención en territorio estadounidense de René González, quien está en régimen de libertad condicionada, a pesar de haber cumplido ya su larga condena.
También deploró que la OEA «se haya cruzado de brazos» ante el golpe de Estado del 2009 en Honduras, que derrocó al Gobierno de Manuel Zelaya, y arremetió contra la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Correa, agrega EFE, acusó a la CIDH y calificó de «aberrante» que su sede esté en Washington, cuando Estados Unidos no ha suscrito la Convención Interamericana de Derechos Humanos.
La agencia noticiosa española señaló que la OEA aprobó este lunes una Carta Social de las Américas, la cual «complementa la Carta Democrática Interamericana», que vincula la llamada democracia representativa con el desarrollo.
La Carta Social contiene conceptos genéricos, sin metas concretas ni plazos de aplicación, aunque apunta que «los pueblos de América tienen una legítima aspiración a la justicia social y sus Gobiernos la responsabilidad de promoverla», dijo EFE.
En contraste con las bien expuestas críticas a la OEA y la CIDH, la secretaria adjunta de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, en una entrevista con EFE y otras dos agencias internacionales, afirmó que el sistema de derechos humanos interamericano es un «éxito para toda la región» y Washington quiere seguir apoyándolo y preservar su independencia y autonomía.
Según comentó ANSA, la demanda de profundos cambios hecha por los presidentes Evo Morales y Rafael Correa en la reunión de cancilleres «introdujo un sorpresivo tema de debate que dividió aguas entre quienes buscan cambiar sus mecanismos y quienes pretenden preservar el sistema».
Apuntó que Correa justificó su propuesta de reformas fundamentales porque los pueblos en la región están «transformando las democracias de plastilina en democracias reales», por lo que «todas sus instituciones deben estar en función del cambio».
El presidente boliviano planteó la víspera la necesidad de eliminar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, la Junta Interamericana de Defensa y el Instituto Hemisférico de Cooperación en Seguridad porque «ya no estamos en tiempos de la guerra fría».
