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Quito, 3 de junio._ El ambicioso proyecto multipropósito Cayambe, en la provincia ecuatoriana de Pichincha, beneficiará con agua potable, electricidad y riego a cerca de medio millón de personas y a 14 mil 700 hectáreas, tras su terminación en diciembre de 2013, dijo PL.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, elogió la magnitud de este megaproyecto durante su informe sabatino a la ciudadanía y explicó que implica un innovador entubamiento de los ríos Arturo, Boquerón y San Pedro, que nacen en el volcán nevado Cayambe.
Las aguas de esos tres ríos iban hacia la Amazonía y, según el mandatario, se desperdiciaban pues dicha región, por sus propias condiciones hidrográficas, cuenta con suficiente provisión del líquido, la que ahora alimentará el embalse de la laguna de San Marcos.
Esta laguna tendrá un espejo de agua de 90 hectáreas y una salida de ocho mil litros por segundo para la provincia de Imbabura, que garantizará agua hasta el 2032 para atender a más de 180 mil personas, aseguró el secretario del Agua, Walter Solís.
El proyecto se inició el 2001 con una inversión de 76 millones de dólares, que se perdieron al quedar abandonada la obra por los gobiernos anteriores, pero la Revolución Ciudadana decidió acometerla y destinó 80 millones de dólares para terminarla en diciembre de 2013.
Hasta esta semana en que Correa recorrió las obras acompañado del prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, y comprobó que el avance es del 19 por ciento, y los dos primeros túneles para tomar las aguas de los ríos Arturo, Boquerón y San Pedro están en 30 por ciento.
También se completa el túnel de trasvase, a partir de un tramo anterior de 2.5 kilómetros ya construido, y se hará una derivación para dotar de agua potable al proyecto Pesillo-Imbabura en beneficio de 450 mil habitantes.
Con este proyecto se proyecta un incremento de producción de 45 mil toneladas de alimentos al año, un considerable aumento de la producción de leche y la creación de siete mil plazas de trabajo.
La inversión proyectada es la más grande efectuada desde el Gobierno central a un gobierno autónomo como el de Pichincha, por lo cual el prefecto Baroja agradeció Correa el apoyo recibido y por hacer realidad los sueños para esta población, mayoritariamente indígena.
