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Un helicóptero militar brasileño, con símbolos de la Cruz Roja, se utilizó para la liberación de los diez retenidos por las FARC. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:19 pm
VILLAVICENCIO, Meta, Colombia, abril 2.— La esperada liberación de diez oficiales y policías retenidos por las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se concretó este lunes cuando los liberados llegaron al aeropuerto Vanguardia de esta localidad, donde le esperaban, ansiosos, sus familiares, y autoridades del Gobierno colombiano.
Luciendo uniformes nuevos de campaña y en aparente buen estado de salud, los liberados descendieron del helicóptero y recorrieron a pie el tramo que les separaba del edificio del aeropuerto acompañado cada uno por un miembro del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Jubilosa, la ex senadora y luchadora por la paz, Piedad Córdoba, alzó un puño en señal de triunfo.
Algunos de los liberados llevaban entre 12 y 14 años en poder de las FARC, apuntó Telesur, que transmitió en vivo la llegada.
En la terminal aérea, los familiares aguardaban por más de siete y media horas el arribo, luego de que una torrencial lluvia en la mañana retrasara el operativo.
La exitosa culminación de su primera y más difícil fase se dio a conocer sobre las 4 y 40 de la tarde, hora de Colombia, por una joven funcionaria del CICR, al informar que los cuatro militares y seis policías habían sido recogidos ya en las coordenadas que temprano recibió Piedad Córdoba, líder en la concreción de este nuevo gesto unilateral y de buena voluntad de la guerrilla.
En una zona rural ubicada entre este departamento del Meta y el de Guaviare tuvo lugar la entrega por las FARC de los retenidos a la misión humanitaria que integraban Córdoba y otros representantes de Colombianos y Colombianas por la Paz y delegados del CICR. Luego abordaron el helicóptero brasileño en el que llegaron a Villavicencio aproximadamente 50 minutos después.
El CIRC agradeció a Brasil por las facilidades brindadas, «que garantizaron el éxito», la cooperación de las FARC, que permitió la liberación, y a Colombianos y Colombianas por la Paz; además, reiteró su disposición para facilitar la liberación de nuevos secuestrados.
El suceso respondió a un gesto unilateral de la insurgencia, que había solicitado a última hora una visita humanitaria de la organización Mujeres por la Paz a sus guerrilleros presos en las cárceles comunes, los que, según un comunicado de los propios presos divulgado hace algunas semanas por la agencia Ancool, suman varios miles. Pero el Gobierno no aceptó la visita como un requisito, y no se ha hablado más del asunto hasta el momento.
Hace un mes, cuando ratificaron la liberación de estos diez militares y policías, las FARC dieron a conocer también que renunciarán al secuestro como práctica en su lucha.
La búsqueda de una salida negociada ha sido planteada en reiteradas ocasiones por el movimiento guerrillero, pero condicionamientos de uno y otro lado han frustrado cualquier intento.
Ya en varias oportunidades las guerrilleras FARC dieron pasos unilaterales similares al de este lunes con la liberación de otros ex oficiales y policías, y políticos como la ex congresista Consuelo González y la ex candidata a la vicepresidencia, Clara Rojas.
Córdoba, en cuyo rostro se vieron lágrimas de emoción en el momento de la partida, había declarado momentos antes que «la lección que deja esto es que el rescate militar no deja nada, solo un sinsabor muy amargo (...) Lo que queremos es que se acabe la guerra y el conflicto en este país».
