DAMASCO, enero 3.— Un sabotaje dinamitero efectuado este martes contra un gasoducto en la proximidad de la ciudad de al-Rastan sacó de funcionamiento a una termoeléctrica en Siria y causó una sensible baja en la generación energética, advirtió el Ministerio de Electricidad.
De acuerdo con una información oficial, el daño a la conductora de 24 pulgadas de ancho y que suministraba gas a las estaciones generadoras de al-Zara y al-Zaizoun, ha provocado una pérdida de cuatro Megawatts por hora de electricidad.
El ataque fue realizado con una bomba por un grupo armado terrorista, denunciaron las autoridades.
De hecho, el Ministerio de Petróleo y Recursos Minerales advirtió que la planta termoeléctrica de al-Zaizoun quedó fuera de servicio debido a la falta del combustible para operar, y el gasoducto atacado no tiene un canal substituto y habrá que esperar por la reparación.
Una fuente de esa dependencia dijo a la agencia de noticias SANA que se vieron en la necesidad de detener el flujo de gas por esa vía, se adoptaron medidas pertinentes y se acometen las labores necesarias para ponerla en operación lo antes posible.
El Ministerio de Electricidad informó que la pérdida de generación energética a causa del sabotaje terrorista podría obligar a incrementar en una hora el racionamiento de electricidad.
Según un programa escalonado de apagones, en áreas de la capital Damasco cortan el suministro eléctrico durante dos horas, aunque en otras zonas del país llegan a ser de tres y cuatro horas debido al aumento del consumo por el invierno que se ha combinado con una escasez de recursos generada por las sanciones internacionales y la violencia terrorista.
El sabotaje de este martes contra el gasoducto que abastece a las termoeléctricas de al-Zara y al-Zaizoun, es el cuarto de este tipo, lo cual ha provocado la pérdida de 800 Mw de electricidad, recuerdan las fuentes.
Por otro lado se informó de la muerte en Homs de un policía cuando una banda armada abrió fuego contra una patrulla frente al Hospital Nacional de esa ciudad.
Este domingo fueron sepultados 11 efectivos entre militares y agentes del orden, además de un periodista del diario al-Thawra (La Revolución) muerto a causa de un disparo en la cabeza en un pueblo cercano a Damasco. El domingo se informó del sepelio de otros 20 militares, uno de ellos un coronel, y un civil.
La violencia terrorista de los grupos armados infiltrados en Siria prosigue pese a que una misión de 70 observadores de la Liga Árabe recorre ciudades, poblados, visitan prisiones y hospitales. Precisamente, estuvieron el fin de semana en el Hospital Nacional de Homs.
Se reportó que zapadores militares desmantelaron dos artefactos explosivos caseros, de 10 kilos cada uno, colocados por esas bandas en la ciudad de Homs.
También, en la comunidad de al-Qasir, en esa central provincia, hombres armados asaltaron el centro médico de la localidad causando destrozos al inmueble y al equipamiento asistencial.
SANA reporta desde Idleb que un grupo armado mató de dos disparos en la cabeza al policía Khaled al-Mustafa, mientras hacía compras en el mercado de al-Khudra.
Entrevistado por la televisión nacional, Malik Attiyeh Hammoud, residente en Daraa, negó un falseado reportaje del canal catarí Al-Jazeera según el cual fuerzas sirias de seguridad lo habían ultimado.
Dijo que la información de su muerte fue difundida por Facebook como parte de la campaña provocativa y tendenciosa con la que intentan desestabilizar a Siria y empañar la reputación de sus fuerzas de seguridad y del Ejército.