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Esta semana continuaron los bombardeos. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:10 pm
TRÍPOLI, octubre 10.— Aviones de la OTAN facilitaron este lunes a los opositores armados libios dominar amplias zonas de Sirte, aunque jefes militares reconocieron un lento avance debido a la resistencia de leales a Muammar al-Gaddafi, quienes les propinaron cuantiosas bajas, reportó PL.
Voceros del autonombrado Consejo Nacional de Transición (CNT) dijeron que sus hombres peinaban casas del este de la ciudad natal de Gaddafi, tras tomar edificios claves como la universidad de Ettahadi, el hospital Ibn Sina y el centro de convenciones Ouagadougou.
La entrada de los sublevados a una parte de esa localidad se agilizó luego que los bombardeos aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) despejaron el camino y golpearon posiciones de las tropas progubernamentales. Un portavoz de la Alianza declaró a medios occidentales que los aviones de combate atacaron a más de 50 objetivos en las últimas 24 horas.
Desde Bucarest, su secretario general, Anders Fogh Rasmussen, afirmó ante la Asamblea Parlamentaria del bloque que la operación militar continuará el tiempo que sea necesario. Estamos preparados para terminar en cuanto la situación lo permita, declaró Rasmussen, quien consideró precipitado prever límites de tiempo para sus bombardeos.
En Sirte, los seguidores de Gaddafi tuvieron que replegarse y disgregar fuerzas en puntos estratégicos para un inevitable combate «calle por calle y cuerpo a cuerpo», describieron testigos. Sin embargo, los alzados no habían conseguido tomar el centro de la ciudad, donde están afianzados sus adversarios apoyados por residentes.
La ofensiva de los insurgentes del CNT y sus mentores de la OTAN ha incluido ataques indiscriminados contra instalaciones civiles y militares, zonas residenciales y el hospital Ibn Sina, cuya morgue está llena de cadáveres de civiles, según dijeron los propios alzados.
Los opositores mantienen combates de menor magnitud en Bani Walid, y optaron por conceder una tregua de dos días para persuadir a los combatientes y residentes seguidores de Gaddafi de que se rindan.
