Un sistema jurídico fallido: así calificó José Pertierra, el abogado que representa a Venezuela en la demanda de extradición del terrorista Luis Posada Carriles, al sistema jurídico norteamericano.
La justicia allí, opinó, «no es una pesquisa hacia la verdad: es un teatro que montan los abogados para tratar de persuadir a 12 integrantes de un jurado a quienes tratan de mantener ciegos, sordos y mudos». Así ha ocurrido durante este dilatado proceso de tres meses en El Paso.
El abogado consideró irónico que en los Estados Unidos, «que es un país de especialistas», cuando se quiere que alguien ofrezca un veredicto sobre la culpabilidad o inocencia de un acusado «busquen a 12 personas que no saben nada de la ley y las pongan a juzgar el caso, ocultándole —incluso— ciertas evidencias importantes».
Interrogado acerca de los que, a su parecer, fueron momentos importantes del juicio, el letrado consideró como muy significativo el hecho de que, por invitación de la Fiscalía de los EE.UU., hayan acudido los testigos cubanos Roberto Hernández Caballero (investigador que siguió las indagaciones sobre la ola de atentados de 1997 en La Habana) e Ileana Vizcaíno Dimé (la forense que examinó el cuerpo del joven turista italiano Fabio Di Celmo, muerto por una esquirla del artefacto que estalló en el hotel Copacabana el 4 de septiembre de ese año) «para contar en un tribunal federal norteamericano lo que pasó durante esa campaña terrorista». Igualmente relevante estimó que la fiscalía manejara y utilizara evidencia cubana para procesar a Posada.
Como un momento curioso mencionó también la presencia en el estrado, en calidad de testigo, del agente del FBI encargado del caso de Posada: Omar Vega, hijo de emigrados cubanos pero nacido en Estados Unidos, quien testificó contra el acusado y demostró que el dinero que financió su campaña terrorista del 97 tuvo origen en New Jersey, y le llegó mediante envíos de giro postal a través de la Wester Union que le mandaban co-conspiradores de Posada, incluyendo a un miembro de la denominada Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).
Pertierra consideró el testimonio de Vega contra Posada en una corte federal como algo casi trascendental en el caso, porque «demuestra que la comunidad cubana en los Estados Unidos, en cierto sentido, no es monolítica», y no se trata solo de «unos extremistas en Miami. Hay gente que quiere que se haga justicia, y creo que el agente (Vega) es uno de ellos».