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Eduardo Pizarro, interlocutor del Gobierno para las liberaciones. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:06 pm
El representante del gobierno de Colombia, Eduardo Pizarro, anunció este martes que el Ejecutivo autorizó la reactivación del proceso de liberaciones para el retorno de dos retenidos por la guerrilla, el cabo del Ejército, Salín Antonio Sanmiguel y el mayor de la Policía Guillermo Solórzano.
«La primera decisión es autorizar la continuidad del proceso de liberación del mayor y el cabo en los próximos días», informó Pizarro, en rueda de prensa.
«Vamos a seguir con todos los compromisos», agregó, en referencia a la actuación del Gobierno en el operativo.
«Nuestro compromiso es ir preparando esta semana la liberación del cabo y del Mayor», agregó Pizarro, quien detalló que las labores logísticas se efectuarán desde Cali (Valle del Cauca, suroccidente).
No obstante, remarcó que el Gobierno sólo autorizaría la misión cuando se tenga claridad de que no se va a presentar ningún inconveniente para llevarla a cabo.
«Solamente cuando todo esté dispuesto en la ciudad de Cali, es decir los helicópteros brasileros, (...) el clima, la absoluta certeza sobre la coordenadas, estén listos, el Gobierno nacional determinará al hora cero para iniciar las operaciones de la liberación de los dos», especificó Pizarro.
El Ejecutivo «considera inaceptable que sigan los shows mediáticos (...) que desdibujan el esfuerzo que estamos desarrollando», agregó.
«Le exigimos a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que haya total responsabilidad y compromiso», indicó
Pizarro, dijo que se tomarán todas las precauciones para garantizar que la guerrilla cumpla con la entrega de los dos uniformados.
Pérez indicó que la decisión del Gobierno de Juan Manuel Santos es por una responsabilidad que tiene el Ejecutivo con el país suramericano y que la liberación debe ser de carácter unilateral y sin condiciones.
La reportera señaló que los helicópteros estarán llegando a Calí «cuando las coordenadas estén listas y el clima no juegue una mala pasada».
La misión humanitaria no pudo buscar el pasado domingo, como estaba pautado, al cabo del Ejército, Salín Antonio Sanmiguel y al mayor de la Policía Guillermo Solórzano.
El CICR fue el órgano que anunció el domingo que no fue posible la liberación de Sanmiguel y de Solórzano, en un día marcado por el mal tiempo.
La corresponsal de teleSUR en Colombia, Tatiana Pérez indicó que la decisión del Gobierno de Juan Manuel Santos, según afirmó Pizarro, es por una responsabilidad que tiene el Ejecutivo con el país suramericano y que la liberación debe ser de carácter unilateral y sin condiciones.
La reportera señaló que los helicópteros estarán llegando a Calí «cuando las coordenadas estén listas y el clima no juegue una mala pasada», pero no hay una fecha definida.
Posteriormente, el vocero del Gobierno colombiano Eduardo Pizarro, denunció que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dieron unas coordenadas erradas sobre la ubicación de los rehenes.
«A pesar del cumplimiento del Gobierno Nacional, las FARC han cometido un acto que nos escandaliza, hoy las FARC entregaron unas coordenadas en el departamento de Tolima (centro), los helicópteros fueron a esas zonas y resulta que supuestamente no se encontraban en el departamento de Tolima sino en el del Cauca», señaló el domingo, el representante del Gobierno de Colombia.
Para el domingo estaba pautada la tercera y última jornada de liberaciones unilaterales anunciadas por las FARC, en la que se concretaría la entrega del cabo del Ejército, Salín Antonio Sanmiguel, del mayor de la Policía Guillermo Solórzano y del policía Carlos Alberto Ocampo. La libertad de este último fue anunciada y confirmada el pasado sábado.
El helicóptero para la misión sólo llegó a la localidad de Ibagué, en el departamento de Tolima (centro), con el patrullero de la Policía Carlos Ocampo.
La misión humanitaria liderada por la activista de Derechos Humanos, Piedad Córdoba, y conformada por la Cruz Roja, el colectivo Colombianas y Colombianos por la Paz y una delegación brasileña, estaban a la espera de la determinación de la Casa de Nariño para preparar los pasos a seguir en la búsqueda de los dos rehenes.
