SEÚL, septiembre 8.— Corea del Sur planea imponer sanciones a Irán, con lo que se suma a la decisión de Estados Unidos y la Unión Europea, que aprobaron unilateralmente medidas punitivas contra ese país, al margen de la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
En su plan de castigo a Irán, el Gobierno sudcoreano decidió controlar de forma exhaustiva las transacciones financieras e imponer una pena muy fuerte a la sucursal iraní del Banco Mellat en Seúl, acusada de facilitar cientos de millones de dólares en transacciones para el programa nuclear de Teherán, informó DPA.
Según el despacho, el ejecutivo de Seúl también ha elaborado una lista negra de 102 empresas, entre ellas 14 bancos y 24 particulares, a quienes se impedirá el intercambio de divisas.
Además, se inspeccionarán más en profundidad los cargueros iraníes considerados «sospechosos» y se limitarán las inversiones en proyectos gasistas y petroleros en Irán.
Las nuevas medidas contra Teherán se producen cuando Estados Unidos había pedido a Seúl adoptar nuevas sanciones contra Irán, además de las aprobadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en junio pasado.
Irán ha advertido que, si se imponen las sanciones, las relaciones comerciales con Corea del Sur se verían perjudicadas. Irán es el mayor socio comercial de esa nación asiática en el Oriente Medio. El comercio bilateral llegó a casi 10 000 millones de dólares en 2009. La alianza con Washington, sin embargo, es la columna vertebral de la seguridad nacional de Corea del Sur, consideró la agencia sudcoreana de noticias Yonhap.