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PUERTO PRÍNCIPE, mayo 22.— Lluvias fuertes afectaron esta capital y sus alrededores, las cuales, si continúan, tornarán en extremo difícil la situación para los cientos de miles de personas que viven en tiendas de campaña, reportó PL.
El terremoto que asoló Puerto Príncipe y las ciudades vecinas el 12 de enero pasado dejó casi medio millón de damnificados, la mayoría de los cuales cuenta con refugios muy frágiles.
Las autoridades advirtieron que la inminencia de lluvias torrenciales podría provocar inundaciones y deslizamientos de tierra, muy habituales en la destruida urbe, una parte de la cual está rodeada de montañas y la otra en las propias elevaciones.
El peligro no acecha solo a Puerto Príncipe, sino que se extiende también a las ciudades de Leoganne y Jacmel, con daños cuantiosos cuando el sismo.
En ninguna de estas poblaciones —ni en la capital— existen planes de evacuación para los cientos de miles de personas que viven en campamentos ubicados en zonas con riesgos de inundaciones.
Las lluvias pueden llevar aparejadas deslizamientos de lodo y rocas, y hasta convertirse, después, en potenciales propagadoras de enfermedades, precisó el despacho.
