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MÉXICO, mayo 21.— La recién concluida visita a Estados Unidos del presidente mexicano, Felipe Calderón, es comentada hoy por la ausencia de resultados concretos en aras de solucionar conflictos compartidos como migración, tráfico de armas y narcotráfico, informó la agencia Prensa Latina.
Con el título Calderón en EU: 27 ovaciones y cero respuestas, el periódico Milenio Diario reseña que el mandatario se llevó las palmas de la mayoría demócrata en el Congreso del vecino país, al exigir control para el tráfico y armas y solución para los problemas migratorios; pero legisladores republicanos descartaron eventuales acuerdos en ambos temas.
El dignatario visitante buscó en el Capitolio lo que no ha podido lograr su homólogo estadounidense, Barack Obama: convencer a los republicanos de una reforma migratoria y frenar la venta indiscriminada de armas, destaca el rotativo.
Calderón se encontró con la realidad bipartidista estadunidense: los demócratas (de los Kennedy, los Clinton y los Obama) abiertos a la migración, y los republicanos, reacios al tema, cuya ideología cuenta con un respaldo tal que es posible que se aprueben leyes como la SB 1070 de Arizona, estima el diario.
Diputados de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM) consideraron que el discurso de Calderón no tendrá repercusión en las políticas migratoria, de venta ilegal de armas y consumo de droga del vecino del norte.
El presidente de la Comisión de la Función Pública, Pablo Escudero, del PVEM, aseguró que los aplausos recibidos por el dignatario no tendrán ningún efecto en políticas públicas, por lo que su viaje será una anécdota más para los mexicanos, reseña el diario La Jornada.
En el caso de la ley SB 1070, que criminaliza la inmigración en Arizona, Flores Rico lamentó que tampoco se lograra un compromiso para buscar la derogación de la norma jurídica.
Senadores y representantes estadounidenses reconocieron que ellos tampoco podían identificar en términos concretos si la visita de Calderón había cambiado en algo el debate sobre los grandes temas bilaterales, reseña La Jornada.
