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WASHINGTON, octubre 27.— El ministro de Defensa de Colombia, Gabriel Silva, adelantó que su país firmará al final de esta semana el polémico acuerdo que permitirá a Estados Unidos el uso de, al menos, siete bases militares de la nación andina, una decisión que ha despertado la preocupación de sus vecinos sudamericanos, y volvió a recibir este martes las críticas de prominentes figuras colombianas ligadas a la justicia y el parlamentarismo.
La confirmación del acuerdo fue ofrecida por el titular Silva precisamente desde Estados Unidos, en medio de una visita durante la cual se entrevistó con su par norteamericano, Robert Gates, dijeron agencias de prensa.
Como los funcionarios estadounidenses que, con anterioridad, trataron de convencer sobre lo inocuo del convenio, Silva comentó a los periodistas que se trata de un pacto de seguridad para fortalecer la lucha contra lo que llamó el «narcoterrorismo»; otro paso «en un esfuerzo de cooperación» para, dijo, «ser más efectivos en la lucha contra el narcotráfico», reportó Reuters.
Sin embargo, el Gobierno colombiano no ha dado a conocer el contenido del convenio, como le pidieron sus colegas de los países miembros de UNASUR y posteriormente su Consejo de Defensa, alertas ante lo que significará carta blanca para que los militares norteamericanos, sus aviones y sofisticados radares, puedan vigilar desde Colombia al resto de la región e, incluso, volar más cómodamente hasta África, como lo devela el llamado Libro Blanco del comando aéreo de las FFAA de Estados Unidos.
Cuando Silva precisó a los reporteros que la ayuda de Washington a Colombia representa actualmente solo el cuatro por ciento de su presupuesto de defensa y seguridad, despachos de prensa recordaron que esa nación ha recibido en los últimos años unos 6 000 millones de dólares de EE.UU. en virtud del llamado Plan Colombia.
Se afirma que el gobierno norteamericano ya firmó la entrega de 46 millones de dólares para adecuar una de las bases colombianas que usará: Palanquero.
Silva también defendió lo que llamó la decisión de su gobierno de no someter el acuerdo al criterio del Congreso colombiano —no es un proceso jurídico, dijo—, y pedir solo la opinión del Consejo de Estado. Pero tal paso siguió concitando repulsa en Colombia. Entrevistado por Telesur, el ex procurador Álvaro López advirtió que «ningún país puede permitir que se posesionen tropas extranjeras, en menoscabo de su soberanía».
Luego de su estancia en Washington, el ministro Silva visitaría la sede del Comando de Operaciones Especiales en Tampa (Florida), el Comando Sur de EE.UU., y el Grupo de Trabajo Interagencial. Según afirmó, el acuerdo podría suscribirse el viernes, a su regreso a Bogotá.
