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LAHORE, Paquistán, mayo 27. — Al menos 30 personas murieron y cerca de 300 resultaron heridas este miércoles, en un atentado suicida con coche-bomba que devastó un edificio de la policía en Lahore al este de Paquistán y que el gobierno interpretó como una represalia por su ofensiva contra los talibanes en el noroeste de ese país, reportó AFP.
El atentado se produjo mientras prosigue la ofensiva del ejército paquistaní contra los talibanes, acusados de estar relacionados con Al Qaeda y ubicados en las zonas tribales del noroeste de Paquistán fronterizas con Afganistán.
Los combatientes islamistas han prometido vengarse de la ofensiva que, bajo presión estadounidense, el ejército paquistaní puso en marcha hace un mes en el valle de Swat y sus alrededores, zona que permanecía por acuerdo gubernamental desde hace dos años en manos de los talibanes.
En la acción de este miércoles, al menos cuatro hombres con rifles se bajaron del automóvil y comenzaron a disparar contra el edificio de la agencia de inteligencia, para luego detonar una explosión gigantesca cuando los guardias de seguridad les respondieron el fuego.
El atentado no fue reivindicado por el momento. Pero el ministro paquistaní del Interior, Rehman Malik, lo atribuyó a los «enemigos de Paquistán», término usado para designar a los talibanes, y dijo que fue perpetrado en represalia a la ofensiva militar en el noroeste del país.
Por su parte, el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, acusó a los militantes islamistas de «tratar de crear el pánico entre la población mediante esos actos de barbarie».
La ofensiva de las tropas de Islamabad en los distritos de Bajo Dir, Buner y Swat, ha matado a unos 1 190 islamistas, según las autoridades. Mientras que la ONU asegura que 2,4 millones de civiles han tenido que abandonar sus hogares en la zona de conflicto.
