ISLAMABAD, diciembre 13.— Los talibanes han atacado por sexta vez en las últimas semanas un centro de suministros de la OTAN en Paquistán, en una nueva estrategia diseñada para golpear la capacidad de las fuerzas extranjeras destacadas en Afganistán y su principal ruta de abastecimiento, reportó la agencia EFE.
Al menos diez camiones y 15 contenedores de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), misión bajo mando de la OTAN, fueron incendiados en un ataque perpetrado la pasada madrugada por un grupo de insurgentes en las afueras de la ciudad noroccidental de Peshawar, según una fuente policial citada por el canal privado Geo TV.
Según esta versión, se utilizaron cohetes y otro tipo de artillería para destruir los vehículos en el centro de suministros y estacionamiento de Bilal, situado a unos siete kilómetros de la capital de la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP) y tras varias explosiones hubo fuego durante varias horas.
Más de dos centenares de camiones, contenedores y algunos vehículos blindados de la OTAN han sido destruidos desde finales de noviembre por la insurgencia talibán, agrega EFE.
Paquistán constituye la principal ruta para los suministros de las fuerzas de la OTAN en Afganistán: unos 300 camiones cruzan la frontera a diario a través del famoso paso limítrofe de Khyber, y se calcula que el 80 por ciento de los suministros de las fuerzas extranjeras llegan por esta vía.
EFE también informó que al menos cuatro soldados de la ISAF y seis insurgentes han muerto en las últimas 24 horas en diferentes acciones en el sur afgano, según comunicaron fuentes de la misión bajo mando de la OTAN.
En tanto, un vocero de la OTAN en Afganistán dijo que una de sus patrullas en la provincia afgana de Wardak abrió fuego «en defensa propia» contra un ómnibus repleto de civiles y mató a cuatro personas e hirió al menos a otras diez.
El alto número de civiles que son víctimas de incidentes por parte de las tropas de la OTAN y de EE.UU. están causando un creciente resentimiento entre la población afgana, a pesar de que las fuerzas extranjeras insisten en que ellas están «en Afganistán bajo mandato de la ONU y por invitación del gobierno afgano» y aseguran que «hacen todo lo posible para evitar bajas civiles».