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MOSCÚ.— Bajo la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad, Rusia exhortó a aunar esfuerzos adicionales para retomar la problemática sobre Kosovo en un plano negociador entre Belgrado y Pristina.
El representante permanente de Moscú ante Naciones Unidas, Vitali Churkin, declaró al canal de televisión Vesti que la contraparte rusa insiste en la preservación de la integridad territorial de los estados y de la soberanía de Serbia sobre la provincia kosovar, dice PL.
Tras introducir a debate del Consejo de Seguridad un nuevo comunicado sobre el controvertido tema de la proclamación unilateral de independencia de Kosovo, Churkin llamó a observar estrictamente el derecho internacional y destacó que Serbia y Kosovo deben regresar a la mesa de diálogo y adoptar una decisión conveniente a ambas partes.
El diplomático afirmó, de otro lado, que los riesgos previstos por su país como consecuencia de la declaración de soberanía por el gobierno separatista kosovar se confirmaron en la práctica.
El mundo muestra evidentes signos de inestabilidad, mientras crece la preocupación en muchos países por su integridad territorial, subrayó.
Recordó que en un esfuerzo adicional Rusia, en calidad de presidente de turno este mes en el Consejo de Seguridad, introdujo un proyecto de declaración que refrenda la vigencia de la resolución 1244 en respaldo de la misión de la ONU en Kosovo.
Moscú intenta aglutinar a la comunidad internacional en torno al proceso negociador entre las partes en conflicto y, por otro lado, continuar las pláticas sobre el futuro estatus de ese territorio.
El representante permanente de este país en Nueva York aseguró a la prensa que algunos miembros del organismo internacional manifestaron disposición a evaluar con atención las propuestas rusas.
Reveló al mismo tiempo que representantes norteamericanos e ingleses, además de otras delegaciones de la Unión Europea, mantienen una posición escéptica y dan por cerrado el caso.
A ese grupo se asocian justamente la mayoría de los países europeos que reconocieron, pese a la negativa de Serbia, la independencia unilateral declarada por los sectores secesionistas albano-kosovares.
