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Escenas de la brutalidad estadounidense WASHINGTON, octubre 11.— Más de 2 000 personas murieron en Estados Unidos en arrestos entre 2003 y 2005, según datos publicados por el Departamento de Justicia por primera vez, este jueves, reporta AFP.
El 54 por ciento fueron muertas por la Policía, el 12 por ciento murió debido a sobredosis de alcohol o drogas, el 11 por ciento se suicidó, el 7 por ciento sucumbió a accidentes y el 5 por ciento murió por enfermedades o causas naturales, según las estadísticas de 47 estados estadounidenses y la capital federal, divulgadas debido a una ley de 2000.
En el mismo período, las agencias de seguridad realizaron más de 41 millones de arrestos, una cifra que no incluye detenciones por violaciones a las normas del tráfico.
Más de 174 000 oficiales de policía fueron agredidos y 380 muertos, el 41 por ciento mientras se desarrollaba un hecho delictivo, indican las estadísticas del FBI.
Según los datos oficiales citados por AFP, entre los 1 095 sospechosos muertos por la policía y otras fuerzas de seguridad, el 80 por ciento estaba armado, el 62 por ciento amenazó a oficiales de Policía, el 36 por ciento intentó escapar y el 18 por ciento estaba bajo la influencia del alcohol y las drogas.
También se dan los índices relativos al color de la piel de las víctimas: el 45 por ciento de los fallecidos eran blancos, el 30 por ciento eran negros y el 20 por ciento hispanos. Casi todos sucumbieron a disparos, añade el informe.
De los 234 sospechosos que se suicidaron, más de la mitad fueron detenidos por crímenes violentos. Dos tercios se mataron con un arma de fuego cuando eran arrestados. Otros se ahorcaron en su celda.
