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Los bombarderos rusos (como este TU-160) volverán a sobrevolar el Pacífico, el Atlántico, el Mar Negro y el Océano Ártico. Foto: AP
MOSCÚ.— El presidente ruso Vladimir Putin ordenó el viernes al ejército de su país reanudar los vuelos de larga distancia de sus bombarderos estratégicos, suspendidos desde 1992, tras la desaparición de la Unión Soviética.«He dispuesto reanudar el servicio operacional permanente a partir de hoy, y para ello emprenderán el vuelo desde siete aeródromos, en distintas partes de Rusia, un total de 20 aviones, entre ellos 14 aviones estratégicos y otros más de apoyo logístico», informó el presidente Vladimir Putin, citado por RIA-Novosti.
El mandatario señaló que el cese de la práctica había afectado la seguridad rusa mientras que otros estados continuaban con esas misiones, en clara referencia a Estados Unidos.
«Lamentablemente otras naciones no siguieron nuestro ejemplo. Ello ha creado problemas para la seguridad rusa», añadió. «Procedemos tomando en cuenta que nuestros socios contemplarán esta reanudación de los vuelos con comprensión».
Se informó que cada grupo operativo de este tipo de aeronaves rusas estará en el aire por 20 horas diarias, y sobrevolará áreas del océano Atlántico, el Pacífico, el Glacial Ártico y el Mar Negro.
En Washington un vocero del Departamento de Estado dijo que a EE.UU. no le preocupaba la nueva determinación del Kremlin. «Es una decisión de ellos», se limitó a decir el vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack, quien según ANSA, se permitió un sarcasmo al decir que los aviones rusos fueron recuperados «de la naftalina».
Durante la jornada, tropas de Rusia y China realizaron ejercicios militares conjuntos en los Montes Urales, en presencia del presidente Putin y de su homólogo chino, Hu Jintao, en un contexto de acercamiento para alcanzar mayor coordinación militar entre ambas potencias.
Las maniobras involucraron los países del Grupo de Shanghai, que integran además Kazajstán, Tayikistán, Kirguiztán y Uzbekistán.
En las maniobras, denominadas «Misión de Paz 2007», participaron unos 6 000 soldados, en gran parte rusos y chinos, con 70 helicópteros y aviones de ambos países. La situación simulada fue la de una tentativa de golpe de estado en uno de los países del Grupo de Shanghai.
Al margen de lo militar, Putin planteó la necesidad de una cooperación mayor entre las regiones orientales de su extenso país y las del noreste de China, y se declaró favorable a una colaboración en energía, aviación civil, telecomunicaciones y protección del medio ambiente.
