Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

FIDEL es el Presidente del Movimiento No Alineado, se hizo claro cuando el canciller Felipe Pérez Roque explicó a un plenario lleno total que el Comandante en Jefe no estaría presente en la jornada inaugural de la XIV Cumbre. «El presidente Fidel Castro enfrenta su recuperación con un ánimo, disciplina y optimismo insuperables, su salud mejora continuamente y su convalecencia es satisfactoria. A pesar del rigor y la voluntad con que sigue sus tratamientos y fisioterapias, los médicos han insistido en que continúe su reposo», dijo el Canciller cubano al iniciarse la víspera la jornada de trabajo del segmento de alto nivel.

«Como el propio Fidel ha informado públicamente, precisó —cumple estrictamente las recomendaciones médicas, y por tanto no estará presidiendo la delegación cubana a la Cumbre.

«Ayer les envió a todos ustedes, los jefes de Estado o Gobierno, un libro al que dedicó parte del tiempo de su recuperación.

«Ha escuchado atentamente los discursos y el debate de los cancilleres del Movimiento, y agradece profundamente los numerosos mensajes de solidaridad y deseos de pronta recuperación que se han expresado».

l canciller cubano recordó que el Comandante en Jefe, en su Proclama del 31 de julio último, exortó a que se garantizara la realización de la Cumbre con el máximo de brillantez. «Esta era su preocupación principal, estuviera o no él ese día con ustedes», significó.

En esa misma Proclama Fidel declaró que el primer vicepresidente, Raúl Castro, asumiera plenamente las funciones de Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en tanto él no estuviera físicamente listo para asumirlas.

Y así fue. No estaba físicamente, pero la presencia de Fidel se hacía sentir en esta Cumbre que daba inicio con la llegada al Palacio de Convenciones, sede de la reunión, de todos los jefes de delegaciones. Era expresión de la confianza en la Presidencia que ahora asume el Movimiento, en la postura firme y digna de un país, su pueblo y su líder.

En el vestíbulo de la instalación —por cierto construida e inaugurada también por los No Alineados, en la Sexta Cumbre, hace ya 27 años—, Raúl les dio la bienvenida oficial, estrechó la mano de cada uno e intercambió con ellos breves palabras.

Pasaron al salón plenario, donde les esperaban los demás integrantes de las delegaciones y las primeras intervenciones fueron aquellas establecidas por la tradición: el Presidente saliente; el que asume; los representantes de cada región que forma parte del Movimiento desde su mismo origen hace 45 años; y los dos invitados más representativos, la ONU y el Grupo de los 77. El primer ministro de Malasia, Dato Seri Abdullah Ahmad Badawi, declaró inaugurada la Cumbre del MNOAL y transmitió sus más cálidas felicitaciones al Comandante en Jefe Fidel Castro y al pueblo y gobierno de Cuba por el éxito en la organización de esta cita.

Ofreció su informe de tres años al frente del importante grupo de concertación, y destacó que el Buró de Coordinación desarrolló una labor muy positiva, en ámbitos como los derechos humanos, las armas de destrucción masiva y la no proliferación nuclear.

«Debemos cerrar filas y actuar de conjunto para preservar y mantener los objetivos comunes. Debemos mantener la unidad y la congruencia de posturas en los foros internacionales, y hacer frente a los empeños por debilitarnos», añadió, e instó a brindar «nuestro mayor apoyo a Cuba».

Ha sido una constante en este foro reconocer la excelente labor desempeñada por Malasia en su mandato.

Al asumir la presidencia en funciones, Raúl dijo que los países No Alineados representan casi dos tercios de las Naciones Unidas, pero no son la fuerza decisiva que pudieran ser en las relaciones internacionales.

La marginación del Sur subdesarrollado consecuencia del neoliberalismo fue denunciada aquí por Thabo Mbeki, presidente de Sudáfrica y del Grupo de los 77 y China.

Bajo la presidencia de Cuba, «que nos representa con transparencia», el MNOAL entra en una nueva fase, donde debemos demostrar que el Sur también existe; sin el Sur, el futuro del mundo no es posible, enfatizó el bolivariano Hugo Chávez en representación de América Latina y el Caribe, donde los intereses populares anuncian el alba.

Alexander Lukashenko, presidente de Belarús, habló a nombre de la Europa diferente. Llamó a luchar juntos todos los miembros de los NOAL para resolver problemas comunes como el terrorismo, la pobreza y el hambre.

Apoyar la autonomía política, la independencia y soberanía de los No Alineados, ha sido siempre uno de los principios de este movimiento, y así debe seguir siendo, aseguró el mandatario iraní, Mahmud Ahmadinejad, quien representó a los países de Asia.

El presidente del Congo Denis Sassou Nguesso, habló en nombre de África: «Vecino de Angola, el Congo sabe mejor que nadie el precio que pagaron las fuerzas internacionalistas cubanas en el continente, contra el odioso sistema del apartheid y en la batalla contra el colonialismo».

De igual modo, celebró la presencia en el seno del MNOAL de Antigua y Barbuda y Dominica, recientemente incorporados y por ello asisten por vez primera a una Cumbre como miembros plenos, «y la de los nuevos miembros que recibimos hoy, Saint Kitts y Nevis y Haití, a quienes deseamos una cálida bienvenida». Desde esta Cumbre, ya son 118.

El Consejo de Seguridad debe reformarse, por el bien de los países en desarrollo y de las Naciones Unidas, reconoció Kofi Annan, secretario general de la ONU. El poder está en manos de unos pocos, y esa estrechez es déficit de democracia, lo cual debemos solucionar.

Los NOAL tienen la disposición para transformar las declaraciones en acción, en ello va su razón de ser.

AUNQUE es distinto el tablero político, nada ha cambiado para los países del Tercer Mundo, que convierten hoy a La Habana en su capital como lo hicieron hace 27 años, al concurrir aquí a su VI Cumbre.

Por eso se escucharon tan vigentes las frases pronunciadas por Fidel en 1979 ante este mismo auditorio, retomadas por Raúl ayer muy oportunamente: «La fuerza de nuestros países unidos es muy poderosa. Los aquí reunidos representamos la inmensa mayoría de los pueblos del mundo. ¡Unámonos todos estrechamente, concertemos las crecientes fuerzas de nuestro vigoroso Movimiento en las Naciones Unidas y en todos los foros internacionales para exigir justicia económica para nuestros pueblos, para que cese el dominio sobre nuestros recursos y el robo de nuestro sudor! ¡Unámonos para exigir nuestro derecho al desarrollo, nuestro derecho a la vida, nuestro derecho al porvenir!»

La convicción de que no hay más opción que cerrar filas fue reiterada ayer, en el primer día de intervenciones de los jefes de Estado y de Gobierno.

Al ancestral saqueo de nuestros países pobres se ha sumado la incrementada amenaza de la única y agresiva potencia, en su afán de dominio mundial mediante el uso de la fuerza, usando la imposición de términos que burlan, cada vez más, los postulados de convivencia de la ONU; maniatando y sometiendo a su antojo al Consejo de Seguridad.

Así fue denunciado por más de un orador en el Palacio de las Convenciones. Provenientes lo mismo de África, Asia, que de esta América Latina que se renueva o, incluso, de esa Europa donde se perdió la bipolaridad.

Al filo de las ocho de la noche concluyeron los discursos de una veintena de los más de cien oradores anotados para hacer uso de la palabra aquí, y que completarán su paso por el podio este sábado.

Un saldo preliminar dice que hay conciencia y voluntad para darle al Movimiento No Alineado la beligerancia que necesita. Unidad y concertación —se ha enfatizado— serán imprescindibles, como advirtiera Fidel hace casi tres decenios, para devolverle al mundo el equilibrio. Es tarea que corresponderá a este Sur.

No solo hubo diagnósticos aciagos y reclamos. También afloraron las iniciativas en los discursos de la primera jornada de esta XIV Cumbre.

Desde el amenazado Irán, uno de los integrantes del denominado «eje del mal» sobre el que se cierne hoy la amenaza de la agresión de Estados Unidos, el presidente Mahmud Ahmadinejad trajo la propuesta justa y osada de que se otorgue un asiento en el desbalanceado Consejo de Seguridad de la ONU a los No Alineados, conglomerado que representa a las dos terceras partes de la población del planeta.

El gobierno de Estados Unidos ha sido el origen de desórdenes e injusticias; es el origen de la agresión y la inseguridad. ¿Cómo puede ser miembro del Consejo de Seguridad?, preguntó Ahmadinejad.

Los dobles raseros denunciados por el líder iraní cuando cuestionó la manipulación que hace EE.UU. de ese órgano —destinado sin embargo a asegurar la paz—, fueron expuestos por no pocos de los mandatarios.

Hay certeza de que esa es la carta blanca de impunidad que permite la agresión israelí contra el pueblo palestino, y le dejó las manos libres durante los recientes y crueles bombardeos contra el Líbano.

Pero la supervivencia de esta parte del planeta no estriba solo, semánticamente, en la dicotomía de la guerra y la paz.

Violar el derecho al desarrollo es otra forma de violencia.

Sin embargo, hay mucho que podemos hacer los de abajo sin renunciar a exigir al Norte la deuda histórica que tiene con los países pobres.

Se trata también de darnos la mano como, de cierta manera, expuso el presidente venezolano Hugo Chávez, quien llamó a rescatar la Comisión Sur, y bajo la presidencia de Fidel, crear el Banco del Sur, una universidad, una cadena de televisión e incluso una red petrolera entre los países del Sur, como vía para reactivar la cooperación e integración de nuestros países pobres.

No perder un día más y traer nuestras reservas internacionales para financiar nuestro desarrollo, y no el que nos quiere imponer el Banco Mundial o el FMI, a cambio de nuestras esperanzas, de nuestras almas y nuestro dolor.

Desde la postergada África, Blaise Compaore, presidente de Burkina Faso, propuso la creación de un fondo de solidaridad energética que podría concertarse en el seno del Grupo de los 77.

Único representante de la homogeneizada Europa en el foro, Belarús, en la persona de su presidente Alexander G. Lukashenko, opinó que el Movimiento No Alineado debe convertirse en un centro de poder político independiente, y propuso la creación de una base de datos y de una red informativa que permita consolidar la cooperación, y ayude a romper el monopolio informativo del Norte.

Despejadas de una vez las dudas que hicieron presa de algunos cuando el campo socialista desapareció, hoy parece arraigada la certeza de que el Movimiento No Alineado mantiene la importancia que le dio origen y además tiene ante sí un papel más trascendente. Para muchos, podría ser el bloque que haga contrapeso al hegemonismo y la unipolaridad.

Proveniente de la India, cofundadora del Movimiento, el primer ministro Manmoham Singh abrió su intervención con la frase de Nehru: La no alineación es la libertad de acción, y eso —explicó— forma parte de la independencia.

A medida que crece la globalización, las fronteras se hacen menos importantes, los problemas son mundiales. Nuestra fuerza colectiva es incomparable y debemos unirnos más allá de nuestros objetivos con una nueva visión común y fundamental: una globalización que incluya a todos.

Orador también de esta jornada fue el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, quien condenó la «tendencia siniestra de vincular el terrorismo con el Islam», lo que crea, explicó, una enajenación entre Occidente y el mundo del Islam.

Oradores de la sesión vespertina del viernes fueron también los presidentes de Argelia, Abdelaziz Bouteflika; la República Popular Democrática Lao, Choummaluy Sayasone; Hifikepunye Pohamba, de Namibia; Robert Mugabe, de Zimbabwe; Maumoon Abdul Gayoon, de Marruecos; Nguyen Minh Triet, de Vietnam; Mahinda Rajapaksa, de Sri Lanka; la premier de Jamaica, Portia Simpson; y el primer ministro de Antigua y Barbuda, Spencer Baldwin, entre otros.

No deben andar muy lejos los pronunciamientos de los más de 80 oradores que han solicitado hablar en las sesiones de hoy.