LA obra educacional de la Revolución Cubana no se inició después del Primero de Enero de 1959. Cuando todavía el triunfo insurreccional contra la dictadura batistiana era un sueño que se levantaba con torrentes de sacrificio y sangre, emergía en los territorios liberados del Ejército Rebelde la semilla magnífica de lo que luego se convertiría en un sistema educacional paradigma del mundo.