Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Jenifer: belleza y explosividad sobre el colchón

Juventud Rebelde entrevistó a la jovencita santiaguera Jenifer Marina Luna Aguilar, máxima exponente de la selección nacional de karate-do, en la modalidad de kata

Autor:

Ariel Alejandro Niévares Luis

Algo de nervios en los instantes previos a la entrevista se notan en la jovencita santiaguera Jenifer Marina Luna Aguilar, máxima exponente de la selección nacional de karate-do, en la modalidad de kata. Sin embargo, esa sensación desaparece cuando entra al colchón y es capaz de convertirlos en fortaleza mental y concentración, elementos imprescindibles para triunfar en su disciplina.

La karateca suele pintarse las uñas de rojo, pero recalca que es «¡para el mal de ojo!», mientras sonríe y confiesa que solo lo hace cuando compite. Hasta el momento, la cábala le ha dado buenos resultados y, a su corta edad, acumula un palmarés que incluye varios títulos nacionales y, recientemente, ganó el 2do. Desafío Abierto de este deporte, celebrado en la Escuela de Combate de La Habana.

—Se te vio muy segura, ¿cómo te sentiste en el torneo?

—Nervios siempre existen, simplemente hay que saber controlarlos y, en mi caso, los domino y utilizo a mi favor. Llegué preparada e hice lo que estoy acostumbrada a realizar en los entrenamientos. Mi mejor momento fue en el que comencé a ejecutar la primera kata, que se llama Oyadomari no Passai.

—¿Qué aspectos te permitieron ganar la medalla de oro en la segunda edición del Desafío y en qué debes mejorar?

—Primero, el esfuerzo, tanto mío como de los entrenadores, la tríada médica, mi familia y mis compañeros de equipo. También la responsabilidad y el deber que tengo como primera figura de la modalidad. Por otra parte, la fuerza con la que realizo las katas y mi gestualidad; aunque debo trabajar más en el tiempo y el ritmo, y en la corrección de la técnica.

—En un mes será el Campeonato Centroamericano, en Panamá. ¿Cómo ha sido la preparación para afrontarlo?

—En septiembre comenzamos el trabajo físico y técnico, que es la base de la kata. Cuando nos incorporamos en enero, escogimos las katas que haremos en el torneo y nos enfocamos en entrenar la fuerza rápida y explosiva, y otros aspectos como el ritmo, el tiempo, la gestualidad y la marcialidad. La preparación tiene el propósito de ponerme en forma para la competencia y que se note una madurez en cuanto a lo técnico y lo físico.

—¿Cómo han seleccionado las katas que vas a presentar?

—Son cuatro las que haré en el torneo, aunque incluimos una nueva que muy pocos atletas la hacen a nivel internacional y en América soy la única que la ejecuta.

—¿Qué papel juega la preparación física y técnica para esta modalidad?

—Necesitamos una buena base física para lograr una kata que se aproxime a la excelencia. Hacemos mucho trabajo isométrico, que son posiciones estáticas, y no cualquier persona lo aguanta. Entonces, la fortaleza física influye bastante en la capacidad para ejecutar una kata correctamente. Además, es fundamental lo sicológico porque esta modalidad requiere concentración y destreza, y en pocos minutos debes transmitir todo lo que has hecho en un entrenamiento.

—¿Cuánto significó para ti ganar el Desafío Abierto?

—Primero, la reafirmación de todos mis resultados del año pasado y la demostración de por qué estoy en la selección nacional, que también ha sido el fruto de mi esfuerzo, junto al de mi familia, entrenadores y compañeros de equipo. Se me hizo muy satisfactorio este triunfo porque tuve la suerte de estar en presencia de mi padre, que hacía más de siete años que no me veía competir, debido a la distancia respecto a mi centro de entrenamiento y, además, porque los torneos han sido en la región occidental.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.