El novato tunero fue uno de los jugadores que mejor se vio en la final ante Industriales. Autor: Periódico 26 Publicado: 15/08/2023 | 09:09 pm
En los momentos más tensos del partido el segunda base tunero, Yunior Otero, luce ecuánime en home. Incluso en los conteos incómodos casi nunca se desespera y se «faja» por hacer contacto con la pelota hasta que salga el batazo oportuno o le gane una base al lanzador.
Sin embargo, pocos imaginaron que al llegar los Leñadores a la instancia de playoff, este joven resaltaría dentro de una alineación potente, muy bien acoplada y, sobre todo, nutrida de hombres con muchísima experiencia dentro de nuestros clásicos nacionales.
Luego de haber estampado un average de .272 en la etapa clasificatoria, Yunior se lesionó, y ello tal vez hacía más dudosa aún su regularidad para la postemporada. De hecho, no fue titular en los playoffs hasta que el director Abeysi Pantoja le depositó la confianza en el tercer juego de la semifinal frente a los Cocodrilos de Matanzas.
A partir de ahí, el muchacho se adueñó del segundo cojín con autoridad, jugando suelto y con mucha confianza.
«Cuando se sale de lesiones es bien complejo el regreso a los terrenos de pelota, pero en mi caso entré en buena forma y por eso vinieron los resultados», dijo eufórico Yunior Otero a Juventud Rebelde después de obtener el título de Cuba con el plantel del Balcón del Oriente.
Durante la final, en las gradas del Latino, les escuchabas decir a los fanáticos azules: «ese muchacho está imposible de dominar». Y era cierto. Rara vez dejaba de llegar a las bases. O bien por boleto, producto de un jit oportunísimo o en una jugada de corrido y bateo, pero Yunior se las arreglaba a diestra y siniestra para casi siempre pisar la primera almohadilla.
«La clave de todo es que salgo a divertirme cada día, y la motivación ahora era mayor, porque fueron mis primeros playoffs», comentó el intrépido joven que también se le vio desempeñarse durante la etapa clasificatoria en el campo corto.
A la ofensiva, el segundo turno al bate parece hecho a la medida para este leñador. Y es que, además de su paciencia en la goma y su buen tacto, mueve su madero con habilidad para conectar por detrás de los corredores. Según dice Yunior, está adaptado a ser segundo en el lineup porque desde las categorías inferiores viene desempeñándose en ella.
Entre sus ídolos del béisbol está su coequipero histórico, Danel Castro, del cual afirma que aprende algo nuevo a diario. Pero la máxima inspiración del tunero en la pelota es su padre. «Me ha transmitido siempre el amor a este deporte y los fundamentos, pues jugó también béisbol», expresó. En lo adelante, Yunior Otero mira la 2da. Liga Élite como su nuevo reto y en ella asumirá, según comenta, el rol que sea para aportarle al equipo.