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Alejandro Meneses puso a las Tunas delante en la semifinal. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 20/07/2023 | 10:56 pm
Las cuatro veces que han jugado en playoff, Las Tunas comienza ganando. Se ha vuelto una tradición, con la esperanza, por su parte, de cambiar el final que termina feliz para Matanzas.
Este jueves, la primera escena fue la misma de siempre. El tándem de Alejandro Meneses y Rodolfo Díaz controló a su antojo a la poderosa tanda de los Cocodrilos, reducida a tres imparables y una carrera en el noveno inning por jonrón solitario de Rubi Silva.
Cuando llegó ese batazo, ya los tuneros habían pisado cuatro veces la goma con paquete de tres vueltas en el cuarto tramo cuando Denis Peña sacudió tubey remolcador, Manuel Ávila empujó con elevado en sacrificio y Yudier Rondón completó el trío de anotaciones con cohete.
La última carrera de los Leñadores se produjo en el séptimo acto con protagonismo del líder de los bateadores, Héctor Castillo, autor de un triple.
Meneses, convertido en el as de la rotación de su equipo ante la ausencia de Carlos Juan Viera, fichado en la liga veraniega mexicana, trabajó hermético durante dos tercios de juego, en los que admitió un jit, ponchó a uno y caminó a otro sin consecuencias.
Su relevo, Rodolfo Díaz, se apuntó el salvamento al completar las tres entradas conclusivas con un solo desliz, el palo de vuelta entera de Silva, que tampoco comprometió el marcador.
A la hoja de servicios del zurdo Naykel Cruz fue la derrota, tras soportar las cuatro anotaciones en 6.2 innings, lo que no califica como un mal trabajo, a pesar de que la pelota usada no se corresponde con las exigencias de una postemporada.
Poco bote le quita lustre al espectáculo, pues la ausencia de bambinazos resulta notable y ese es el batazo que más dispara las emociones en el béisbol.
Si se han hecho gestiones para mejorar el alumbrado en los estadios y ofrecer juegos nocturnos, qué bueno hubiese sido también adquirir bolas de más calidad para la postemporada.
Este viernes Matanzas buscará viajar a sus predios con la serie igualada, el saldo deseado siempre por los visitadores, y para ello se encomendará al brazo de Renner Rivero (6-3 y pcl de 3.70 en la clasificatoria, y dos juegos iniciados y uno relevado ante Artemisa en cuartos de final).
Mientras Las Tunas apostará por el novato Eliander Bravo (4-2 y 4.03 en la fase preliminar, y una apertura de calidad en el playoff ante Ciego de Ávila) para tomar carretera con medio pie en la final.
Este pareo, al menos a mi juicio, se vislumbra para siete choques, aunque en los tres anteriores nunca llegó al límite.
¿Leones o Avispas?
El sábado comienza en Santiago de Cuba un duelo histórico, de esos que repletan gradas y parten a la Isla en dos: Avispas y Leones.
Nunca se han visto en semifinales. Su rivalidad tiene vieja data en playoff, viene desde la década del 80 del milenio pasado, cuando las postemporadas se jugaban en rondas de todos contra todos.
En la serie 85-86, Industriales ganó las dos veces que se enfrentaron, en los dos torneos siguientes dividieron honores (1-1).
Después vino en los 90 el cambio de estructura en el campeonato nacional, con match de muerte súbita, y entonces se vieron estos dos colosos las caras en tres ocasiones: tres finales.
En el torneo de 1998-1999 Santiago de Cuba fue campeón al imponerse en el playoff por 4-3; luego en 2005-2006, Industriales devolvió el golpe por 4-2 y la última vez fue en 2006-2007 cuando las Avispas alzaron el título por 4-2, según los archivos del estadístico Benigno Daquinta.
Nunca más volvieron a cruzarse en postemporadas, por mucho que la afición añorara esos duelos «proinfartos» que sacudían a Cuba de punta a cabo, cual movimiento telúrico deportivo y cultural.
Ahora, sin el caché en las nóminas como entonces, se repite un playoff entre ambas escuadras. Será otra batalla campal inspirada en esas épicas historias transmitidas de generación en generación, y que estos muchachos han honrado con tremendos duelos en cuartos de final.
