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Yordan Manduley Autor: Nelson Rodríguez Roque Publicado: 13/05/2023 | 03:01 pm
HOLGUÍN. —Hay quien asegura que Yordan Manduley atraviesa por su mejor temporada (supera los 50 inatrapables, y en impulsadas y extrabases marcha entre los líderes de su conjunto), que el holguinero está descosiéndola, como si la última de sus exclusiones de un combinado de Cuba lo hubiera revitalizado.
Pero lo cierto es que el veterano torpedero casi nunca baja de .300 de average ofensivo en la pelota cubana y en cuatro ocasiones se ha llevado la barrera de 100 jits en un campeonato.
A la defensa conserva la soltura de sus engarces, y la rapidez de pensamiento y acción en cada lance, ahora como titular de la intermedia. Su velocidad sobre cojines tampoco decae. El que pensaba verlo «apagado» en la Serie Nacional 62 fue defraudado por sus actuaciones desde el 29 de marzo pasado, cuando los Cachorros de Holguín debutaron ante Mayabeque.
Cómo asimiló no poder integrar la preselección de la Isla al quinto Clásico Mundial le preguntó JR al veterano pelotero: «Uno tiene la ilusión, como todo jugador, de estar en el equipo nacional y más si se trataba de asistir al Clásico. Pero eso se decide en La Habana y no me tuvieron en cuenta. Gracias a Dios, nada me ha desmotivado a seguir mi carrera. Es algo que me ha sucedido otras veces, a pesar de haber tenido rendimiento. A mí me caracteriza la constancia, durante una larga trayectoria intentando mantenerme, que es lo más difícil».
Manduley opina que «han sido muchos años de esfuerzo y dedicación. Mi familia es un eslabón importante en lo personal, incluso cuando estoy frecuentemente fuera del hogar, como en las últimas temporadas. Me apoyo en mi esposa, mis padres y las buenas amistades, que siempre tienen consejos. Para que se dé un resultado, deben haber eslabones bien conectados».
Con un sentir alejado de derrotismos y sí cargado de optimismo, expresa: «Mientras juegue trataré de darlo todo, que es la única forma de demostrarles a las personas si se equivocaron o no. Esta Serie he empezado bastante en forma, ayudando a mi elenco y con el ejemplo que tengo que transmitir, tratando hasta de dar el extra».
Lo aprendido en otras ligas y en el Cuba lo comparte con sus compañeros, a quienes les habla de las particularidades de cada experiencia en América del Norte, Venezuela, Nicaragua y las incursiones en certámenes internacionales de selecciones. Lo esencial, plantea, es no reservarse, entrenando a diario y observando.
Juega ahora, dice, sin soñar tanto, aunque aspira a volver a representar al país. «Eso sí –aclara–, uno pasa mucho y tampoco quiero desilusionarme. El rendimiento hablará por mí, porque me dedico a mi deporte. Si estoy para ser llamado, bienvenido. Las estadísticas también sirven para que se fijen en ellas en otras ligas. En tres ocasiones he sido campeón nacional, mas nunca con Holguín, que es algo que quisiera un día se me diera. Nadie sabe, andamos muy bien y, si prevalecen la unión y la mirada hacia los mismos objetivos, es posible que volvamos a playoff».
Los departamentos defensivos tienen entre sus punteros a los Cachorros nororientales, principalmente en dobleplay y promedio general. Manduley llegó de la Liga Profesional nica con molestias en el hombro, producto de deslizamientos de cabeza; sin embargo, quiso ir a segunda base y no ser bateador designado: «Del brazo de lanzar me siento mejor, pero los muchachos que me han sustituido en el campocorto han hecho su trabajo. Ahora, en cualquier momento puedo regresar al shortstop».
Si la salud se lo permite, manifiesta que «quisiera jugar con mi hijo en series nacionales, pues, según sus profesores, viene jugando con calidad y tuvo su primera campaña como juvenil (le quedan otras dos en dicha categoría). Ya en la Serie 62 dos de sus compañeros son parte de nuestro conjunto, debido al rendimiento de ellos. A lo mejor su evolución en el terreno le permitirá ser subido en años venideros. Sería bonito estar juntos con Holguín».
