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Díaz-Canel fue el primero en recibir al conjunto cubano, cuyos integrantes arribaron a la isla temprano en la mañana de lunes. Autor: Estudios Revolución Publicado: 20/03/2023 | 08:40 pm
La vuelta, 17 años después, a una semifinal del Clásico Mundial de Béisbol no es un fin en sí mismo. La afición, hambrienta de éxitos en su deporte nacional, elogia un resultado que no consiguieron 16 de los 20 equipos en competencia, pero no se conforma.
Foto:Luis Jiménez Echevarría/ACN
Y qué bueno que así sea. El sueño, como dijo al recibirlos el Presidente Miguel Díaz-Canel, empieza ahora. Cuba vibró, bateó, ponchó, fue out y quieto, sufrió y aplaude. Tocan abrazos y reverencias. Después vendrán las estrategias para los nuevos tiempos.
El Team Asere confirmó que sí se puede juntar lo mejor de nuestros torneos nacionales con los Grandes Ligas. Caben en el mismo traje y con las mismas pasiones. Un equipo de todos. Porque existe una afición que no entiende de distancias geográficas ni de otras probables diferencias, y cuando de béisbol se trata juega entre las dos mismas rayas de cal.
Mucha gente salió a las calles a darles su cariño a los peloteros que pusieron en alto nuestro nombre. Foto. Calixto N. Llanes / Jit
Los integrantes del Team Asere exhiben los bates que recibieron de regalo al llegar al país. Foto: Calixto N. Llanes/Jit
Hay otros que se autoexcluyen y van a ponerse un uniforme extraño en lengua que no es la de ellos. Aplauden al contrario y gritan contra los que hasta ayer fueron sus hermanos. Son odiadores que terminan ponchándose y reverenciando a quien los subyuga. La propia aplanadora que usan para sus burlas luego les pasa por encima a ellos mismos.
Alfredo Despaigne y Nolan Arenado, atleta norteño de ascendencia cubana, posaron después del juego como una muestra de respeto entre ambas selecciones. Foto: Guillermo Rodríguez/Radio Rebelde
Este Cuba ha echado a andar. No puede jactarse con el triunfo estremecedor que lo condujo a los cuatro grandes, ni amilanarse con el muro que fue el equipo estadounidense en la semifinal.
Estas cuatro letras movieron a millones durante las últimas semanas.
Ni la pertinaz lluvia pudo impedir que la gente acudirera este domingo a ver el partido en varios puntos de la ciudad.
La alegría y espontaneidad de los aficionados fue una de las notas destacadas en el recibimiento del Cuba Clásico.
La popular etiqueta que se viralizó en redes sociales estuvo presente también en la Ciudad Deportiva.
Los jóvenes buscaron a sus ídolos para guardar un recuerdo de este gran momento. Fotos:Abel Rojas Barallobre
La realidad es retadora; pero el sueño, posible y dorado, merece que sean asumidos todos los desafíos. El Team Asere, héroe hoy, debe ser siempre brújula e inspiración. Cuba ha vuelto a vivir en un campo de béisbol. No dejemos que ese juego termine en nueve innings.
