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Marcos Ortega se anotó el triunfo en rol de relevo. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 18/01/2023 | 10:43 pm
Hablar de remontadas con Portuarios es asunto gastado. Sucedió de nuevo, pero esa no es la noticia. De hacerlo tantas veces, casi todos los días en la postemporada de la Liga Élite, ha dejado de ser algo sensacional. La clave, este miércoles, de su tercer triunfo (8-5) en la final estuvo en robarle la mejor arma a Agricultores.
Sacudieron cuatro palos de vuelta entera, cada uno produjo dos carreras, para sumar ocho que fueron inalcanzables por los centauros, dominados por el relevo largo de un nacido en predios granmenses, Marcos Ortega (6.1INN, 1CL, 5H, 3K y 3BB).
Inspirados en la victoria del martes, los dirigidos por Carlos Martí pisaron cuatro veces la goma en el segundo inning, cuando tomaron ventaja ante el abridor Pavel Hernández. Ahí mismo entró el verdugo, cuyo pincel dibujó seis ceros con excelente comando, según sus propias declaraciones al término del juego.
Como estaban inhabilitados los mejores lanzadores del bullpen de los estibadores: Andy Vargas y Marlon Vega, el mentor Michael González lo dejó, incluso, en el noveno, pero tras casi 90 picheos se sintió el rigor y Juan Xavier Peñalver sacó los tres últimos outs cuando los orientales amenazaban con una rebelión.
Los bambinazos de Jorge Enrique Alomá, polémico batazo pegado a la varilla del jardín izquierdo definido por el VAR nuestro; Denis Laza, que por sus conexiones parece que va superando el slump; Yasiel Santoya y Yasniel González, definieron la suerte del partido, en ataque relámpago entre el segundo y cuarto tramos.
Portuarios, que no se distingue por una ofensiva de largo alcance, lleva ocho jonrones en los dos últimos juegos. Le han robado los cañones a la tropa de Carlos Martí, y con sus mismas armas los tienen contra la pared, pues están a un triunfo de alzarse con la corona de la liga y poner proa hacia Caracas, sede de la próxima Serie del Caribe.
Entre ambos conjuntos han largado 15 cuadrangulares, aun distantes de los 22 que despacharon Villa Clara y Pinar del Río en la final de la Serie Nacional 34 (1994-1995), según los datos de Benigno Daquinta.
El playoff está ahora 3-1, pero el «viejo» Carlos dejó claro en la conferencia de prensa que hay que ganar cuatro y su cuarto bate, Yosvani Alarcón, fue más enfático: nuestro ánimo está por el cielo todavía.
Se repiten los abridores del primer día: el líder en efectividad del campeonato, el joven José Ignacio Bermúdez, contra el invicto César García. Y detrás, casi todo el mundo listo por uno y otro bando.
Así como su equipo salvó la Liga Élite con un juego diferente, agresivo, buscando cada victoria, Michael se jugó una carta sicológica poco convencional: adelantó ante los medios que cubren la final sus agradecimientos a las familias, al colectivo de dirección, al equipo, a las aficiones de La Habana y Mayabeque y a todos los que han apoyado a Portuarios.
Con esa mentalidad ganadora saldrá este jueves a matar a un rival herido, pero no muerto; sin embargo, ha de tener cuidado, pues los festejos antes de tiempo han dejado a más de uno con la plata en el pecho.
