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Antes de decir cualquier cosa, hay que dejar claro que estamos hablando de los Juegos Olímpicos de Invierno, la mayor competición polideportiva que enmarca las disciplinas de hielo y nieve, y que tiene poco o nada que envidiar a sus «hermanos» estivales. Incluso, su organización corre a cargo también del Comité Olímpico Internacional (COI). Un evento masivo, tremendo, vibrante. Por tanto, no es poca cosa.
Ahora bien, hace un par de semanas el Gobierno de Estados Unidos —secundado luego por otras naciones como Reino Unido, Australia y Canadá— anunció un boicot diplomático a los Juegos que se celebrarán en Beijing del 4 al 20 de febrero próximos. Y, como era de esperarse, un anuncio-amenaza de tales dimensiones le ha agregado plomo al ambiente previo que rodea esta fiesta multideportiva, ambiente por lo regular cargado de expectación y emociones por lo que pueda suceder en el plano competitivo. Pero, esta vez, la política amenaza con empañar el vidrio.
No obstante, para fortuna de quienes amamos los deportes —da igual si se practican en césped, tartán o nieve— el presidente del COI, Thomas Bach, aseguró la víspera que la mayoría de los Gobiernos de los 90 países que participarán en los Juegos de Beijing han optado por no unirse a los planes desestabilizadores.
En entrevista concedida a la emisora alemana ZDF, Bach explicó que si bien hay países que tomaron la decisión de boicotear el evento, no cuentan con el apoyo de casi nadie.
«Es muy probable que haya más de 70 o incluso más de 80 países cuyos Gobiernos no han hecho tales declaraciones», señaló. «Todos tienen una cosa en común y es que apoyan a sus equipos (…) para que sus deportistas puedan vivir sus sueños olímpicos». Al respecto, cabe aclarar que el boicot diplomático solo impediría que los funcionarios de Gobierno asistan a los Juegos, no los atletas.
Quienes están detrás de todo esto alegan supuestas violaciones a los derechos humanos en el país asiático, algo que desde Beijing niegan rotundamente. Si algo queda claro es que lo Juegos se llevarán a cabo, y hasta la fecha ningún atleta de importancia ha rechazado la oportunidad de participar en una cita que, en palabras del vicepresidente del comité organizador Yu Zaiqing, serán «seguros y espléndidos».
