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Aún hay demasiadas incógnitas en torno a la realización de la justa de selecciones más antigua del mundo. Autor: AFP Publicado: 03/06/2021 | 02:57 pm
Tras cerrar la temporada de clubes en Europa con el triunfo del Chelsea ante el Manchester City en la final de la Liga de Campeones, es hora de los torneos de selecciones en un año que tendrá nada menos que Eurocopa y Copa América, sin dudas los dos principales eventos futbolísticos de más relevancia por detrás del Mundial.
En nuestro continente ha habido contratiempos. De las dos naciones que serían originalmente sedes de la competición de Conmebol, primero se «cayó» Colombia, sacudida por la crisis social y también por la pandemia del nuevo coronavirus, y luego Argentina, en donde las autoridades han debido declinar este honor igualmente como consecuencia de la situación sanitaria ocasionada por el nuevo coronavirus.
No obstante, el máximo organismo del balompié sudamericano actuó con rapidez y designó a Brasil como sede alternativa, justo después de que la confederación de ese país (CBF) se ofreciera para acoger la gran fiesta deportiva.
Según se supo, la operación incluyó como persona clave al presidente Jair Bolsonaro, quien a pedido de Alejandro Rodríguez, presidente de Conmebol y, Rogério Caboclo, máximo directivo de la CBF, contactó con varios ministros, quienes a su vez dieron su apoyo para la realización de la lid.
Esta sería la segunda vez consecutiva en que el Gigante Sudamericano funge como anfitriona de la competencia de selecciones más antigua del planeta, pues ya en 2019 organizó el certamen, el cual terminó casualmente con triunfo de la escuadra local. Además, allí se celebró la Copa del Mundo de 2014 y la justa del orbe sub-17 hace un par de años, todo lo cual los avala como capaces de armar un torneo de lujo.
Sin embargo, y a pesar de que como aficionado me encantaría que la Copa América no se suspenda, lo cierto es que el territorio brasileño no pasa ahora mismo por su mejor etapa en el enfrentamiento a la Covid-19, pues si bien a finales de abril reportaron una disminución en los contagios, desde entonces las cifras han vuelto a subir y ya durante la última semana el promedio ha superado los 61 000 casos diarios.
El doctor Miguel Nicolelis, profesor de Neurociencia de la Universidad de Duke, en Estados Unidos y coordinador por diez meses del comité científico de lucha contra el virus del consorcio de gobiernos del Nordeste de Brasil, expresó a BBC News que deberían tomarse medidas para evitar que la justa tenga lugar allí, o en todo caso, la población debería oponerse con fuerza y boicotearla si finalmente pasa.
Se ha dicho que próximamente será revelado el calendario oficial, mientras que ya se conoce que las ciudades que estarán a disposición de los principales talentos futboleros del continente son Rio de Janeiro, Brasilia, Goiania y Cuiabá. Así todo, cuesta creer que esta idea llegue a buen término, teniendo en cuenta las actuales condiciones que se viven el país.
En primer lugar, ha queda claro que la administración de Bolsonaro no ha sabido controlar apropiadamente la expansión y los obvios daños de esta terrible enfermedad que sufrimos desde hace más de año y medio, motivo por el cual es bastante insólito que el mandatario haya decidido darle un espaldarazo a esta candidatura exprés a pedido de Conmebol.
Como se ven las cosas, no parece creíble que Brasil sea capaz de garantizar la seguridad, salud y tranquilidad de los atletas, entrenadores, personal complementario y, como no, los aficionados de cara a la próxima Copa América. Por supuesto que toca —básicamente porque no hay otra opción— darles un voto de confianza, pero es justo decir que el riesgo de cancelación es algo que ni el mismísimo Cristo Redentor de Río de Janeiro puede evitar.
