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El toque de bola Autor: Carolina Vilches Monzón Publicado: 25/09/2018 | 08:53 pm
Del toque de bola en sacrificio dijimos la semana pasada algo. Muy poco, me dicen los críticos de esa jugada. Su empleo, incluso por equipos de altos promedios ofensivos, aburre, y hasta irrita, en nuestro campeonato cubano de pelota.
Parece un vicio, aunque en ocasiones sea efectivo, útil, oportuno. Solo a veces. A algunos no les gustan las comparaciones con las Grandes Ligas (MLB, por sus siglas en inglés) porque son dos jerarquías muy diferentes. Aquel muy alto, el más alto de todos y el nuestro está en deuda con lo que alguna vez fue. El promedio de toque en sacrifico en Cuba es lo que exhibía la Gran Carpa en 1908. ¿Estaremos jugando tácticamente la pelota como ellos entonces?
El erudito Ismael Sené, uno de los hombres que más sabe aquí de la historia del béisbol, nos aportó otros datos, extraídos de la copiosa bibliografía que posee sobre nuestro pasatiempo nacional.
Para el estadounidense Bill James, el padre de los sabermétricos modernos, lo más preciado que tiene un mentor son los outs, mientras menos regale mejor; para él, el toque en sacrificio solo debe usarse para empatar o ganar un juego.
Un estudio publicado por James en el año 2000 arrojó que de cada mil posibilidades de anotar carreras, el equipo que tiene un hombre en primera sin out lo logra 783 veces, y si el corredor está en segunda con un out, las probabilidades disminuyen a 699.
Según Brian Kenny, quien fuera jefe de prensa de la MLB, una investigación realizada en Grandes ligas entre 1993 y 2010 reveló que las expectativas de carreras con un hombre en primera sin out son del 44.1 por ciento, mientras que con uno en segunda con un out bajan a 41.8 por ciento.
Kenny es muy duro a la hora de juzgar esa jugada, pues opina que nunca es buena y la considera la estadística de los mentores cobardes, que les pasan a los bateadores la responsabilidad que les tocaría a ellos. El sacrificio, según él, es la gran estrategia de los que quieren hacer menos carreras.
A propósito de nuestro escrito, el Grupo de Investigación del Béisbol (GIIB), publicó, por primera vez, la expectativa de carreras según las diferentes variantes de hombres en bases y cantidad de outs de la Serie 58 (ver tabla adjunta).
En la actual temporada de la MLB la tasa de toques en sacrificio por juego es de 0.33, mientras en nuestro campeonato es de 0.64.
Allá se entiende que toquen menos, pues su slugging es más alto y por ende, su Poder Aislado (SLUG menos AVE) también resulta mayor que en la Serie Nacional, 161 por 109. Dicho en otras palabras, allá se batean más extrabases, por lo que se justifica que remolcan muchos hombres desde la inicial.
Acá, en cambio, hay un average y hasta un OBP superior al de la campaña vigente de la MLB, pero se producen menos batazos de varias bases, por lo que algunos consideran que llevar corredores a posición anotadora aumenta las expectativas de anotar con conexiones de menores dimensiones. Razonamiento lógico.
Pero, sorpréndase. La expectativa es semejante allá y acá. No por adelantar aumentan las posibilidades de llegar a home. Entonces, ¿cuál es el beneficio del out regalado?, ¿se juega con el probable error del contrario?
El béisbol es un deporte rico en variantes tácticas. En Cuba, empero, pareciera que el librito está muy delgado. Delgadísimo, dicen muchos. Así, los Juegos Olímpicos de Tokio se ponen más lejos de lo que ya están.
