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Cuando Federico Chopin compuso La Polonesa Heroica en 1842, lejos estaba de suponer que más de 170 años después, y en un Campeonato Mundial de Voleibol, un equipo cubano intentaría bailar el longevo ritmo ternario teniendo por medio una net y unos adversarios polacos.
Indudablemente, no se puede bailar en casa del trompo y mucho menos con dos pies izquierdos, por eso el desenlace, apelando a la condición de campeones del orbe del conjunto rival y a la juventud e inexperiencia a este nivel del plantel antillano, no podía ser otro que la victoria de Polonia 3-1 (18 – 25, 19 – 25, 25 – 21, 14 - 25) sobre Cuba.
Pese al resultado, correspondiente al debut de la selección criolla en el torneo universal con sede en Varna, Bulgaria, los muchachos del director técnico Nicolás Vives lograron arrebatarles un set, el tercero, a los monarcas del planeta, aunque ello solo sirvió de incentivo para que el cuarto parcial fuera una golosina para el equipo europeo.
No obstante, las estadísticas del choque que nos facilita el sitio web oficial del evento, hablan de un equilibrio en el renglón ofensivo con ligera ventaja de 49 puntos por 42 para los polacos; entretanto en el bloqueo, los del Viejo Continente doblaron el puntaje de los centrocaribeños 14-7.
Un acierto y una grata sorpresa dejó el enfrentamiento para los de la Mayor de las Antillas: la efectividad mostrada en el servicio (9-5) y la actuación individual del jovencito de solo 17 años Marlon Yang Herrera quien concluyó el partido siendo el segundo mejor atacador de los cubanos con 11 tantos, solo superado por Javier Concepción que anotó 12.
No hubo dudas a la hora de conferir el papel de villano en este duelo, los errores no forzados, 28 para Cuba y 18 para los contrarios, se llevaron el galardón.
Mañana la franquicia cubana se mide frente a Finlandia, conjunto que ya archiva una derrota en el certamen.
