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Las difíciles condiciones del trayecto han sido una constante de la exigente prueba. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 06:23 pm
Quedan horas para que empiece la épica carrera por las montañas del occidente cubano. Hoy, domingo, los 150 ciclistas de más de una decena de países que pedalearán por las lomas para buscar la gloria en la exótica playa de Cayo Jutías partieron sobre sus bicicletas rumbo a Soroa, donde se iniciará mañana la competencia.
Al calendario previsto originalmente se le hicieron ajustes, en consonancia con el momento luctuoso que vive Cuba, tras la pérdida física del Comandante en Jefe Fidel Castro. Fue esa la razón por la cual la caravana no dio el paseo que tanto se disfrutó el año pasado por las principales avenidas de La Habana, ni el giro tuvo su arrancada oficial hoy.
Serán cuatro etapas muy intensas: un circuito alrededor de Soroa (106 km), Soroa-Viñales (119), otro giro alrededor de ese sitio (82), considerado por la UNESCO Paisaje Cultural de la Humanidad, por esos empinados mogotes que la distinguen, y para el jueves, fecha final, el tramo Viñales-Cayo Jutías (68), cuyo cierre sobre las arenas tendrá al agua acariciando las ruedas.
Si no llueve por estos días, la prueba no será como la del 2015, cuando el lodo maquilló a todos los ciclistas durante toda la travesía. Ahora, el lugar está seco, con mucho polvo, y los ríos, que hace doce meses corrían caudalosos, andan menos fogosos, según cuentan los organizadores, quienes realizaron recientemente un último estudio del trazado.
Pero no dejará de ser una vuelta espectacular, advierten. La tercera etapa sigue siendo, de acuerdo con los pronósticos de los expertos, la más compleja, donde los pedalistas probablemente quemen las naves para garantizar un puesto en el podio.
Aumentan las expectativas, los monarcas de la edición inaugural afirman que vienen por retener su trono. El colombiano Diego Alejandro Tamayo confirmó a JR que se entrenó muy bien en los últimos meses; la cubana Olga Echenique también dice que está lista. Se preparó, incluso, con Tamayo.
También está aquí en campeón de la Titan Desert de este año, Josep Betalú. «Va a ser difícil repetir el título del desierto, pero lo intentaré», adelantó a este redactor antes de la salida para Soroa.
Pero no son los únicos que están en las mejores condiciones de ir a por todas. Unos cuantos bikers con experiencia en estos arduos trajines entre montañas buscan el mismo premio.
Los hay con más kilometraje, otros con más juventud; ciclistas que corrieron con equipos profesionales; practicantes de Fórmula 1; hasta periodistas que compiten primero y reportan después.
Por Cuba, el mejor rutero del momento, José Mojica, se ha entrenado tomando en cuenta, sobre todo, las lecciones aprendidas en la edición precedente. Se batió fuerte en 2015, y quedó en un meritorio quinto lugar. «Ahora, quiero más; el mountain bike no es mi fuerte, pero esta prueba tiene muchos atractivos», me asegura.
La escuadra anfitriona la completan Marlies Mejías, séptima en la exigente especialidad del ómnium, de la pista, en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro; Álvaro Soca y Yasmani Balmaceda, que también corrieron en la Titan Tropic 2015. Se suman Jairo López y Yoandri Freire.
Marlies, que debuta en esta modalidad del ciclismo, se entrenó solo en noviembre para esta carrera. Es menos tiempo que el invertido en la preparación por las adversarias de otras naciones, pero cuenta que puede hacerlo bien, que está motivada.
A partir de mañana se vivirá, atravesando lugares empinados, agrestes y exuberantes de Artemisa y Pinar del Río, la aventura sobre ruedas más original que se haya organizado en esta región tropical. El jueves se sabrá quiénes se encaramarán en el podio.
