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Una multitudinaria fiesta por la vida aconteció este sábado a lo largo y ancho de Cuba, cuando cientos de miles de personas participaron en la tradicional carrera y caminata de la esperanza Terry Fox, una iniciativa en tributo al joven canadiense que sufrió la amputación de su pierna derecha a los 18 años de edad, y con una prótesis recorrió 42 kilómetros durante 143 jornadas consecutivas.
En La Habana, niños, jóvenes, adultos, ancianos y personas con alguna discapacidad acudieron a la convocatoria popular, a la que también se sumaron glorias deportivas, además de trabajadores y directivos del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder).
La cita saludó el 35 aniversario de la constitución de la Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores (Aclifim), organización que acoge a personas con discapacidad evidente y permanente en una o más extremidades para —entre otros— fomentar su pleno acceso al trabajo, el estudio, el deporte, las actividades culturales y recreativas.
El evento, cuya finalidad es recaudar fondos para las investigaciones del cáncer y promover bienestar y mejores hábitos de vida, contó con la presencia del embajador de Canadá en La Habana, señor Ives Gagnon.
Como es tradición, la principal arrancada de esta fiesta grande tuvo lugar a las 10:00 a.m., con la señal de Radio Reloj, en el Paseo del Prado capitalino, desde donde se inició un circuito que no excedió los tres kilómetros.
En el resto del país, se celebraron caminatas y carreras populares simultáneas en todos los municipios, localidades, áreas urbanas y rurales. El evento, con carácter exclusivamente participativo, está abierto año tras año a personas de todas las edades y desde 1998 se celebra en la Mayor de las Antillas para recordar a Terry, quien murió víctima de cáncer en 1980.
Según la Fundación Terry Fox, Cuba es el segundo país con mayor participación en este tipo de carreras, solo por detrás de Canadá.
