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Ismel ha sostenido el paso de los Gallos. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:56 pm

Espero que ningún aficionado espirituano se haya sentido ofendido por el título, pues es solo una alusión al proceso «evolutivo» que, desde la pasada campaña, viene afrontando el equipo que defiende los colores de la provincia en la Serie Nacional.

Hace apenas par de años Yovani Aragón contaba con un grupo capaz de estar entre los tres más ganadores del primer tramo y luego asegurarse sin muchos contratiempos un hueco en la postemporada. Claro, siempre quedó en deuda a la hora de ganar «el bueno», y esa generación dorada —que ya no está por diversos motivos— añorará esa sensación de reinar como Gallos en la valla.

Borrón y cuenta nueva ha tenido que hacer el timonel yayabero. Ahora, con no pocos retoques en su alineación titular, anda en las fronteras de la zona de clasificación, cuando se ha superado el primer tercio del calendario clasificatorio.

Por su renovación, lo confieso, nunca estuvieron entre mis favoritos para avanzar, por lo que me parece destacable su faena en este inicio de contienda. Todavía ningún rival lo ha podido barrer y hasta el momento son los Gallos los únicos que han sometido a los Tigres avileños, líderes hasta el momento, en una subserie.

Este martes los discípulos de Aragón evitaron la escoba ante los vigentes monarcas pinareños. Fue un cerrado duelo de ceros entre los diestros Vladimir Baños e Ismel Jiménez hasta el quinto episodio, cuando la visita puso a funcionar el pizarrón. Mas las penurias anfitrionas llegaron un inning más tarde, con el racimo de seis anotaciones, la mitad propulsada por el vuelacercas del enmascarado Eriel Sánchez.

Sin dudas, Ismel se ha convertido en soporte vital del arranque de los Gallos y ya tiene cuatro triunfos a su cuenta. Para ello, lanzó ocho capítulos completos, en los que espació ocho hits rivales, propinó cuatro ponches y permitió una sola carrera.

Además del aporte de uno de los mejores lanzadores del país, habría que destacar los números que exhiben varios regulares. Acevey (.305) ha respondido como hombre proa, mientras que la incorporación de Jorge Enrique Alomá (.358, ocho extrabases) —segundo al bate— también le ha dado solidez defensiva en el campo corto. A su vez, Eriel (.264, 11 empujadas), Dunieski Barroso (.314, siete remolques) y Liván Monteagudo (.288, cuatro vuelacercas y diez empujadas), han conformado una tanda gruesa de aceptables prestaciones.

Llegado a este punto, el gran reto del equipo será sostenerse en la continuación de su periplo extramuros, porque —y perdón por la omisión en el trabajo anterior— es otro de los que completará próximamente cuatro subseries consecutivas jugando fuera.

Su próxima parada será en el Latinoamericano para enfrentar a unos Industriales que regresan a casa después de una extensa e infeliz travesía. Para su fortuna, pudieron salir airosos de su paso por Guantánamo, de donde se despidieron con un KO frente a los Indios.

Entre lo más destacable del programa diurno estuvo un nuevo triunfo de los Cazadores artemiseños que los consolida como terceros en la tabla de posiciones, y la segunda lechada que sufrió la tropa de Villa Clara en su estancia en la Isla de la Juventud.