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Debió llegar en sets corridos el primer triunfo de los cubanos en la presente Liga Mundial de voleibol. Del otro lado de la net, Turquía no parecía una presa apacible, pero tampoco el duro hueso que casi atora a los dirigidos por Rodolfo Sánchez, quienes tuvieron que sudar a chorros para imponerse en cuatro parciales durante el duelo que, en la capital mexicana, descorrió las cortinas del grupo F del torneo.
El estratega cubano dispuso sobre la cancha de la misma formación que hace pocos días aseguró el boleto mundialista. Y poco a poco, con el capitán Rolando Cepeda empujando la nave, impusieron su ley para ganar el primer parcial con pizarra de 25-18.
Sin embargo, algo trabó a ratos el engranaje de la maquinaria caribeña. Aun sin hacer daño con el saque, a pesar del intermitente bloqueo, la escuadra cubana llegó con amplia ventaja al momento definitorio de la segunda manga, en la que dilapidó cuatro set point antes de terminar cediendo por 24-26.
Hay que reconocer que el grupo, integrado por muchas figuras sin experiencia en estas lides, presumió de poder de asimilación en el tercer segmento, en el que no dejó repetir la historia y ganó por 25-21.
Pero también que, por momentos, perdió la brújula y no contó ni con la frialdad, ni con la claridad necesaria de sus principales hombres para hacerse cargo de los tantos decisivos. Y nada mejor para ilustrarlo que el extenso cierre, que después de tantas escaramuzas estériles les favoreció por 33-31.
En definitiva, fue Cepeda el máximo anotador con 26 unidades a su cuenta, diez más que las firmadas por Uriarte. Colectivamente fueron 13 los bloqueos realizados, pero demasiados los 36 errores no forzados, que fueron lamentables.
Para hoy está prevista la segunda presentación cubana frente a la selección de Túnez.
