Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Un sofá que se disfruta

Breve mirada a los principales eventos deportivos acontecidos en el orbe durante 2013

Autor:

Abdul Nasser Thabet

El 2013, como todos los años, dejó mucho para contar, mucho que desear y mucho para olvidar. Cosas que marcaron, y no siempre, la diferencia. La misma historia con los glaciares recalentados, agresiones militares, cumbres importantísimas —no todas con soluciones importantes—, Justin Bieber rompiendo corazones en el mercado de la acefalia…

Luego, o incluso antes de todo, estuvo el deporte. Dando consuelo a unos, distracción a otros, siendo motivo de guerras maritales a lo «¡hoy duermes en el sofá!», por decisión de esa esposa disgustada que no entiende la «bobería» de su cónyuge mientras pasan por la TV una carrera de súper Usain Bolt.

Pues bien, ahora repasaremos algunos de los eventos deportivos que durante el pasado año provocaron «escobazos» hogareños, ayunos a la fuerza y hasta inaniciones sexuales.

Correcorre en el cuartico

Si pretendemos encontrar a uno de los culpables de los alborotos más grandes vividos entre parejas, hay que analizar, aunque me duela, el Campeonato Mundial de Atletismo. La justa, celebrada en el corazón de Rusia entre el 10 y el 18 de agosto, destacó por la falta de récords universales.

En total solo se registraron tres marcas para la competencia. El ucraniano Bohdan Bondarenko guardó el oro en el salto de altura (2,41 metros) y de paso patentizó la novena mejor rúbrica de la historia.

La rusa Tatiana Lysenko lanzó el martillo 78,80 metros campo adentro y también impuso marca para el evento. Cerró esta cuenta la posta femenina jamaicana de 4x100, en la que descolló la supersónica Shelly-Ann Fraser-Pryce, pieza clave del 41,29 segundos que esculpió uno de los cuños más electrizantes vistos hasta la fecha. Precisamente Fraser-Pryce resultó la reina del certamen, pues conquistó además los títulos de los 100 y 200 metros planos, honores que le garantizaron el galardón a la mejor atleta de la IAAF en 2013.

Aun así, la figura indiscutible a los pies del Kremlin fue su ¿compatriota? —algunos aseguran que no es de este planeta— Usain Bolt, quien también consiguió el triplete y llegó a ocho medallas doradas y dos plateadas, convirtiéndose en el atleta con la vitrina más nutrida en las páginas del campeonato. Con tal palmarés, no fue de extrañar que asiera el premio al exponente más destacado del organismo rector del deporte rey en el finalizado año.

En Moscú mandó el país anfitrión, merced a siete títulos, cuatro segundos lugares y seis terceros, relegando a Estados Unidos —líder histórico (138-88-74)—, esta vez con seis cetros, 14 platas y cinco bronces. Jamaica concluyó tercera, amparada exclusivamente en la maestría de sus velocistas.

El bello y ¿la bestia?

Entre todos los deportes, uno —el más hermoso según fanáticos y entendidos— sobresale por la pasión que despierta. Uno por sobre todos, que apenas descansa en cada temporada, pues con las ligas, eliminatorias, amistosos, mundiales y competiciones continentales, mantiene tensiones y encontronazos no solo entre atletas y seguidores, sino en el mismísimo centro de cada casa, sobre todo cuando hay novela de por medio, la bestia negra de las casas con un solo TV.

El fútbol en 2013 tuvo nombre y apellido: Bayern Munich de Alemania. Un club que no dejó nada para nadie. Ganó la Liga de Campeones, la Bundesliga, la Copa, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. Casi nada.

Atrás quedaron, opacados, el Barcelona español y el Manchester United de Inglaterra, el Vélez Sarsfield argentino y el Cruzeiro de Brasil.

El clásico de Dominicana

La tercera edición del más grande evento de selecciones de pelota a nivel planetario presenció, al fin, el «samuraicidio» de los ultratácticos japoneses. Fue Puerto Rico quien quitó del camino en semifinales a los temerarios kamikazes, para luego ceder a «la hora de los mameyes» frente a una impresionante e invicta República Dominicana, con pizarra de 3-0.

Este Clásico Mundial de Béisbol (del 2 al 19 de marzo) tuvo nuevamente como sedes a varias ciudades del orbe, siendo el imponente AT&T Park estadounidense la casa del partido definitorio, y el dominicano Robinson Canó el jugador más valioso.

¿Sin cabeza o sin cabecera?

El Campeonato Mundial de Boxeo, celebrado en Almaty, Kazajstán, del 14 al 26 de octubre, bien pudo haber puesto caliente la situación en casa de los amantes del deporte, sobre todo si la parejita en cuestión decidió emular lo sucedido sobre el ring para resolver sus discrepancias.

Allá los locales dominaron con cuatro preseas de oro, dos de plata e igual número de bronce. Detrás se ubicaron Cuba (2-2-1) y Azerbaiyán (2-0-1). La justa sobresalió por ser la primera desde 1982 en que los púgiles «danzaron» sin cabecera, pues a partir de la Olimpiada de Los Ángeles 1984, los golpes fueron amortiguados por estos protectores. La decisión ha sido bastante polémica, ya que se ha priorizado el espectáculo por encima de la integridad física de los atletas.

Mojados en Cataluña

Sin lugar a dudas, uno de los espectáculos más bellos del año aconteció en Barcelona —aunque no todo el que quiso pudo viajar a la capital catalana ni ver semejante actividad por el televisor—. No obstante, fue un privilegio disfrutar —aunque haya sido en retransmisión— el Campeonato Mundial de Natación, acaecido del 19 de julio al 4 de agosto, y salpicado por las brazadas de los impresionantes estadounidenses Ryan Lochte, Missy Franklin y Katie Ledecky, de la jovencita lituana Ruta Meilutyte, del «tragamillas» chino Sun Yang, del sudafricano Chad Le Clos o del incombustible brasileño César Cielo.

El cocodrilo de silicio

No hace mucho confesó sentir simpatía por los cocodrilos —menudo gusto—. Aseguró ser como ellos: tranquilos a la espera de esa presa que inevitablemente caerá movida por la sed, sin depredadores naturales que perturben su rutina bajo el sol de los pantanos. Viéndolo de esa manera, resulta cierto que Magnus Carlsen da miedo.

Solo le faltaba el fajín universal, callar el «chuchuchú» de los atrevidos que ponían en duda su condición de semidiós de los escaques, y fue a por todas en el match que definiría al monarca, dirimido entre el 9 y el 22 de noviembre en Chennai. El indio Viswanathan Anand era su único obstáculo. Era. Ahora el Tigre de Madrás debe estar queriendo abrirle el cerebro al nene noruego para demostrar que perdió la corona universal contra un ordenador vestido con carne y huesos.

«Cogiendo lucha»

El Mundial de Lucha se celebró en Budapest, Hungría, entre el 16 y el 22 de septiembre y bajo la organización de la Federación Internacional de Luchas Asociadas (FILA) y la Federación Húngara de Lucha.

La tabla final mostró a Irán en la cumbre, gracias a cuatro primeros lugares, un segundo y dos terceros. Rusia (3-4-4) y Japón (3-0-1) anclaron detrás. El certamen estuvo matizado por un casi completo cambio del reglamento, para evitar los bostezos en uno de los deportes olímpicos fundacionales y evitar así su eliminación del programa bajo los cinco aros.

La malla se queda alta

El voleibol siguió provocando infartos con cada remate en la Liga Mundial de 2013. Así, Rusia confirmó su mano dura al proclamarse as de la temporada y aplastar con marcador de 3-0 a Brasil. Italia y Bulgaria contribuyeron al espectáculo con meritorios tercer y cuarto lugares, respectivamente.

En tanto, el Grand Prix estuvo dominado por las brasileñas, al tiempo que chinas, serbias y japonesas les seguían el paso.

Nada, un año movidito en el que para muchos dormir en el sofá quizá valió la pena. Todo depende del prisma que utilicemos para ver las cosas. Digan lo que digan, ya tengo la almohada separada para disfrutar el inminente Mundial de Fútbol. De vez en cuando un «¡goooool!» llena más que el cerdo del 31 y los besos más calientes. ¿No creen?

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