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En pocos meses La Habana recibirá de nuevo a los mejores esgrimistas del orbe. Desde el día 20 de mayo tendremos el Grand Prix de espada para damas y en junio los varones rivalizarán en la Copa Mundial de florete, individual y por equipos.
Ambas competencias son válidas para el ranking mundial que se tendrá en cuenta a la hora de clasificar para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Rigoberto Morejón, comisionado nacional de este deporte, explicó a Juventud Rebelde que la Federación Internacional de Esgrima (FIE) exige ahora de manera obligatoria el uso del videoarbitraje a partir de la ronda de 32 tiradores en competencias de alto nivel.
A diferencia del taekwondo, donde el entrenador hace las solicitudes, en la esgrima es el atleta quien intercede si considera injusto el arbitraje. Si en un mismo asalto dos de sus demandas son erróneas, pierde el derecho a una tercera reclamación en ese duelo.
Quizá al lector le resulte extraño que dichos eventos, conocidos popularmente como Villa de La Habana, se celebrarán esta vez de manera separada. Al respecto, el iraní Sarkis Assadourian, observador de la FIE, explicó a este diario que para el presente año el número de copas fue reducido a la mitad. Así, los eventos se espaciaron por intervalos de hasta dos meses.
Assadourian dijo que las medidas se tomaron para beneficiar a los atletas y no por razones económicas. «Durante el año se realizan demasiadas competencias y los esgrimistas terminan exhaustos de tanto viajar», comentó.
Al parecer, en este 2011 veremos un renacer de la esgrima cubana. Hace menos de una semana concluyó el campeonato nacional, el cual no se celebraba desde el año 2005.
En lo adelante, entre una copa mundial y la otra, se realizarán las Galas Habaneras en la capitalina sala de Trocadero 210. Allí, las mejores figuras de provincias retarán a los atletas de la preselección nacional.
«El objetivo es elevar el nivel competitivo y técnico de nuestros tiradores», puntualizó Morejón. Las Galas Habaneras se celebrarán los fines de semana y la competencia será dividida por armas, como es tradicional.
