Las autoridades indias se afanan por salvar los venideros Juegos de la Mancomunidad, cuya eventual suspensión por problemas organizativos implicaría un duro golpe para las aspiraciones del país surasiático de ser reconocido como una potencia mundial.
La gravedad del problema obligó incluso al Primer Ministro, Manmohan Singh, a tomar cartas en el asunto, informa PL en su sitio web.
Singh se reunió anoche en su residencia con los dirigentes deportivos y del gobierno de la ciudad, y aunque no se emitió ninguna nota oficial sobre lo abordado en el encuentro, la prensa local asegura este viernes que el gobernante dio 24 horas de plazo para resolver todos los asuntos pendientes.
La gota que colmó la copa fueron las declaraciones hechas por varios jefes de delegaciones extranjeras sobre el estado «inhabitable» e «insalubre» de la villa donde se alojarán los cerca de siete mil atletas y oficiales de 71 países que tienen previsto participar en los Juegos a partir del 3 de octubre próximo.
A ello se suma el derrumbe de un puente peatonal que da acceso al estadio Jawaharlal Nehru, sede principal del evento, la caída de un falso techo en otra de las instalaciones, y un brote de dengue en Delhi que ha afectado ya a casi tres mil personas.
La seguridad, un tema de perenne preocupación en una ciudad que ha sufrido varios atentados con bomba en los últimos años, cobró notoriedad luego del ataque a tiros perpetrado el domingo pasado por dos desconocidos a bordo de una motocicleta contra un grupo de turistas taiwaneses, con saldo de dos heridos.
La Policía de Delhi asegura, no obstante, haber tomado todas las medidas para garantizar la seguridad de los participantes en los Juegos.
Toda esta situación, magnificada por la prensa local, llevó incluso a países como Canadá, Nueva Zelanda y Escocia, a retrasar el viaje de sus delegaciones deportivas a la India, y fue el último pretexto escogido por varios atletas de renombre internacional para pasar a engrosar la ya larga lista de ausentes.