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Miles de aficionados antillanos se aprestan a repletar el coliseo de la Ciudad Deportiva, durante viernes y sábado, para demostrar su incondicional apoyo a un elenco que lo merece

Las dos recientes derrotas frente a Bulgaria son historia, y como no es recomendable el lamento ante la leche derramada, el equipo cubano se alista para celebrar, junto a sus seguidores, la clasificación para la final de la Liga Mundial de voleibol, con sede en Belgrado a partir del 22 de julio.

Miles de aficionados se aprestan a repletar el coliseo de la Ciudad Deportiva, durante viernes y sábado, para demostrar su incondicional apoyo a un elenco que lo merece.

El solo hecho de asombrar con impresionantes desempeños, quebrar los pronósticos con el dominio de un grupo en el que Rusia y Bulgaria eran claros favoritos, y colocarse a las puertas de una soñada final, valida el respeto ganado por los discípulos de Orlando Samuels.

Sin embargo, les toca ahora multiplicar esa admiración con esfuerzo propio. Para ello tendrán que volverse inalcanzables, sumando al menos cuatro de los seis puntos posibles en los dos duelos con Japón. Ya sin opciones clasificatorias, los nipones tendrán como único aliciente el deseo de arrancarnos una inédita victoria.

Los dos claros triunfos cubanos en Toyama hacen pensar en una fácil faena, pero las circunstancias no son las mismas. Abundan las historias de equipos sin pretensiones que se han «atravesado» en la ruta de los «grandes».

Camino a convertirse en el equipo «macho» del grupo, la joven escuadra cubana aprovechó la ausencia de presión para mostrar todas sus potencialidades. Pero ahora, con el peso psicológico gravitando sobre el lógico agotamiento físico de las últimas presentaciones, su reto será demostrar capacidad de reacción y esa precoz madurez colectiva merecedora de tantos elogios.

A miles de kilómetros, rusos y búlgaros librarán otra encarnizada batalla. Por la diferencia de horas, antes del primer pulso aquí con los japoneses se conocerá el desenlace de ese «choque de trenes». No obstante, nuestros muchachos deberán olvidarse de esos resultados y buscar la clasificación por méritos propios. Solo así podrán tirar con acierto de todos los cordeles que puedan reventar la piñata.

La tensión en este tramo de la Liga Mundial trasciende a Varna y La Habana para extenderse a otras ciudades del planeta. Salvo la llave D, donde Brasil ha campeado por su respeto, el resto de los grupos reservará emociones hasta el último minuto.

Mire usted mismo, y saque sus cuentas. Le recuerdo que cada triunfo por 3-0 o 3-1 equivale a tres puntos, en tanto un éxito por 3-2 aporta dos unidades al vencedor y una al derrotado. La ubicación está determinada por el acumulado de puntos, y en caso de empate definen primero las victorias, y luego los promedios de puntos y sets, por ese orden.

A la final de Belgrado clasifican los ganadores de cada grupo, el mejor segundo lugar, y Serbia como equipo anfitrión. En caso de que los serbios dominen su llave, el cupo le corresponderá automáticamente al segundo lugar de la zona.

Posiciones

Grupo A: 1. Estados Unidos 21 puntos (7-3), 2. Italia 17 (6-4), 3. Holanda 13 (4-6), 4. China 9 (3-7); Grupo B: 1. Serbia 18 (6-4), 2. Francia 17 (6-4), 3. Argentina 16 (5-5), 4. Corea del Sur 9 (3-7); Grupo C: 1. Cuba 20 (6-4), 2. Rusia 17 (6-4), 3. Bulgaria 15 (5-5), 4. Japón 8 (3-7); Grupo D: 1. Brasil 27 (9-1), 2. Finlandia 17 (6-4), 3. Polonia 11 (4-6), 4. Venezuela 5 (1-9).

Próximos partidos:

Grupo A: Italia-China y Estados Unidos-Holanda; Grupo B: Argentina-Francia y Serbia-Corea del Sur; Grupo C: Cuba-Japón y Bulgaria-Rusia; Grupo D: Polonia-Finlandia y Brasil-Venezuela (los primeros como locales).