Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Villa Clara derrotó por tercera vez a Ciego de Ávila y se colocó a un triunfo de avanzar a la final. Mientras, en occidente Pinar del Río dominó a La Habana y tomó ventaja de dos triunfos por uno

PINAR DEL RÍO.— Anoche todos fueron felices y comieron perdices en esta ciudad, pues el equipo pinareño arrolló a La Habana, siete carreras por una, y tomó la delantera en la semifinal occidental del béisbol cubano. Mientras, Villa Clara golpeó de nuevo a Ciego de Ávila (4-3) y ya acaricia la final.

El alto mando vueltabajero soltó las amarras y presentó una alineación diferente, con Donal Duarte por fin «refrescado» del quinto turno. Además, fue osada la decisión de abrir con Vladimir Baños, cuando Yunieski Maya estaba listo para trabajar.

Ambas estrategias resultaron y, tal como van las cosas, ahora es posible que la serie termine aquí. Los pinareños lucen muy ajustados a la ofensiva y este jueves le cayeron encima a Yadier Pedroso en el tercer capítulo, cuando Padrón y Castillo pegaron dobles consecutivos para definir el encuentro.

Veremos cómo reaccionan los vaqueros, paradójicamente, con la tarea del indio: vencer a Maya y Lazo delante de un público rugiente que quiere verlos ganar. Para ello se necesitan espuelas y ya unos gallos de pelea fracasaron en el intento.

Aledmis Díaz le botó la pelota a Vladimir García por el jardín central y dejó tendido a un equipo avileño que ahora tiene los días contados en la Serie Nacional.

Curiosamente, el torpedero naranja comenzó ponchándose dos veces sin tirarle al tercer strike, después de ser ascendido al segundo turno en sustitución de Yuliet Flores. Pero otra vez Eduardo Martín, el piloto villaclareño, sopló la bola mágica y los cambios le salieron a pedir de boca.

Como para mantener el ritmo que lograron en tierras avileñas, los del centro se vistieron de nuevo con el traje naranja de visitador, a pesar de jugar en casa. Y aunque para muchos es pura superstición, no está de más tratar de impresionar a sus rivales por todos los medios.

Lo cierto es que Freddy Asiel Álvarez no pudo sostenerse en la colina y luego Yosvani Pérez tiró un relevo de lujo. Además, el equipo supo descontar una desventaja de tres carreras ante el zurdo Alfredo Unzue, sorpresivo abridor de los avileños.

Sin embargo, Roger Machado fue temerario solo en la designación de los lanzadores, pues mantuvo como tercer bate a Adonis García y este siguió sin responder. Su ponche con las bases llenas en el tercer capítulo pesó muchísimo al final.

Ahora sí creo que la suerte está echada, aunque el béisbol se parece a la vida y siempre nos quedan cosas por ver.