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«El Cohete» Clemens va cuesta abajo. Foto: AP La escandalosa y publicitada relación del estelar lanzador norteamericano Roger Clemens con el uso de esteroides, llegó a las oficinas del FBI. Resulta que este organismo inició una investigación sobre el posible perjurio cometido por el jugador durante su comparecencia bajo juramento ante un comité de la Cámara de Representantes, el cual investiga la utilización de sustancias prohibidas en el béisbol estadounidense.
La confirmación de las pesquisas, divulgada por los medios de prensa, llegó un día después de que el congresista demócrata Henry Waxman, presidente de la Comisión de Supervisión y Reformas, envió una carta al Fiscal General, Michael Mukasey, solicitando profundizar en las indagaciones sobre el tema.
«Creemos que sus testimonios en la deposición jurada del 5 de febrero de 2008, y durante la audiencia del 13 de febrero, alegando que nunca usó esteroides anabólicos u hormona de crecimiento humano (HGH), ameritan una investigación adicional», señala la misiva.
En la mencionada audiencia, Clemens intentó desmentir a su ex preparador personal Brian McName, quien aseguró a los fiscales federales haber inyectado esteroides y HGH al lanzador en varias ocasiones, entre los años 1998 y 2001.
La solicitud del Congreso señala además que los alegatos de inocencia expuestos por Clemens ante el panel se contradicen igualmente con las declaraciones escritas entregadas por su ex compañero Andy Petitte, en las cuales afirma que «El Cohete» le confesó alguna vez haber utilizado la HGH.
Este nuevo paso aumenta la presión sobre el astro del montículo, sospechoso desde el pasado 13 de diciembre tras sus reiteradas menciones en el informe sobre el uso de esteroides en el béisbol profesional estadounidense, el cual fue elaborado por el ex senador George Mitchell a solicitud del Comisionado de las Grandes Ligas.
De comprobarse su culpabilidad, Clemens deberá afrontar cargos criminales en su contra, y ni su octavo lugar en la lista de lanzadores más ganadores en la historia de las Grandes Ligas (354 victorias), ni sus siete premios Cy Young, le podrá abrir las puertas del Salón de la Fama.
