Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El estadounidense Steven López una vez más no tuvo rivales en un Mundial.

Así, aunque se cumplieron los pronósticos de regresar a casa al menos con dos medallas (una más que en la edición anterior de estos certámenes), les confieso que me quedé «con hambre en la boca», como decía mi abuela cuando un plato lucía muy apetitoso a la vista, pero, al probarlo, no superaba sus expectativas.

Y lo digo porque fuimos a esta cita con ocho representantes (cuatro en cada sexo), algo que no lográbamos desde hacía rato, y el resto de los muchachos no pudo atrapar una medalla, a pesar de tener potencialidades para hacerlo. Tanto, que Dainellis «Cuquita» Montejo (51 kg) llegó al evento con el aval de su medalla de bronce en la lid precedente de Madrid 2005, y Ángel Valodia Matos (84 kg) con la estela de su memorable emblema dorado en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.

Así las cosas, hay que mirarse por dentro con ojo crítico de cara a los XV Juegos Panamericanos que ya nos tocan a la puerta, sobre todo porque México (1-1-1) y Estados Unidos (1-0-3) nos superaron en el medallero, además de que Canadá (1-0-1) nos dio la mano y Brasil se llevó dos preseas de bronce, que en otro contexto pueden cambiar de color.

Del resto, les cuento que Corea del Sur (4-4-4), cuna de este deporte, volvió a ganar la porfía por países, escoltada en el podio por China (2-0-1) y España (2-0-1). En la avanzada también llegaron Taipei de China (1-1-2), Croacia (1-1-1) y Turquía (1-1-0).

Además, fueron hitos la medalla de oro del competidor de Mali, Daba Modibo Keita, entre los hombres de más de 84 kilogramos, así como el tercer puesto del afgano Nesar Ahmad Bahavee en los 72 kilos. Igualmente, impactó la cuarta corona del estadounidense Steven López en un deporte donde repetir los éxitos es toda una hazaña. Este atleta, que por si fuera poco atesora dos títulos olímpicos en sus vitrinas, es considerado el mejor taekwondoca de todos los tiempos.